Banda sonora ♫

Localización 📍

Escritura 📝

La ciudad cerrada

«Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar
y que ninguno es tan terrible para claudicar».

PABLO NERUDA

Todo conocimiento tiene su origen social. Cambié de vida, tras el segundo gran confinamiento de la pandemia global. Así aterricé en Bruselas una tarde cerrada de invierno: sin billete de vuelta y con una mascarilla que me cubría la mitad del rostro. Toda decisión es siempre a medias de uno mismo.

En inglés, la palabra ‘stranger’ congrega en un solo concepto a aquellos que uno no conoce y a su vez a todos los que no pertenecen a un determinado lugar. Aquella máscara se convertía, de repente, en un desafío y en una oportunidad. Como extranjero, todo sería extraño, a partir de entonces. Como extraño, también todo sería posible para mí. Se alteró automáticamente mi identidad, al momento de pasar la frontera. Aún no sabía muy bien por qué había reducido toda mi vida a dos maletas y había cogido ese avión (y no cualquier otro) o un tren, o un barco que me llevara hacia otra parte del mundo.

¿Por qué allí? Los sujetos extraen propiedades de la realidad, a través de las resistencias que encuentran cuando interactúan con los demás. Por un lado, mi capacidad de acción quedaba restringida a las fronteras que el mundo social me había impuesto, acorde a sus miedos. Por otro, al dinero ahorrado con mucho esfuerzo en un trabajo de mierda durante un año y medio. Por último, a la invitación de mi amigo Alessio a pasar una temporada con él en Bruselas.

Mis aspiraciones, por su parte, eran únicamente volumétricas: dejaba atrás un recipiente pequeño y buscaba con ansias un recipiente más grande en el que habitar. Hasta ese momento me conformaba con eso. La resignación había sido sin duda alguna, hasta ese momento, el mayor síntoma de un peligroso virus que ni había contraído.

Releer un poema es una oportunidad para volver a aquellas partes de nuestra vida que solo fuimos capaces de vivir en el instante en que algo cambió. Así escribí la siguiente estrofa, cuando decidí dedicarme durante algún tiempo a la escritura: «El extraño huye hacia el frío de enero, donde nació en otra ciudad, con otro nombre». Dejaba entonces un pueblo cerrado a cal y canto, y se abría ante mí al fin la ciudad cerrada. Aquella máscara se convertía a su vez en un lienzo en blanco.

 

Fotografía 📸