Rincones que no deberían estar donde están
Este capítulo comienza con un puñado de páginas arrancadas, una tarde gris y el Jardín de Luxemburgo. Me propuse, desde el principio, que esta libreta fuese mi compañera de pensamientos en mis paseos por París. Me la compré en Granada, en una callejuela que une el Carril del Picón y la plaza de los Lobos. Me gustaba atravesar esa calle, cuando volvía desde alguna parte hacia la plaza de la Universidad (Derecho) y meterme en esa tienda que no...