“¡Ponte de pie, pensamiento abismal! Surge de la profundidad de mi ser! ¡Yo soy tu gallo y tu aurora, gusano aletargado! ¡Levántate, arriba! ¡Mi voz te ha de despertar con su canto! (…) ¡Es Zaratustra, el ateo, quien te llama! ¡Soy yo, Zaratustra, el que aboga por la vida, por el dolor, por el eterno retorno; y te llamo a ti, el más abismal de mis pensamientos!”Así habló Zaratustra – Friedrich Nietzsche
Te extraño pensamiento,
sal de mis entrañas,
invítame a soñar
a partir del alba.
Te anhelo pensamiento,
sin ti mi sangre,
empozada y silenciosa,
muere en un estanque.
Te llamo pensamiento,
como un pobre inocente
que espera un indulto
en el corredor de la muerte.
Te suplico pensamiento,
que añadas un “te quiero”
a la procreación animal
e inventes el beso.
Te invoco pensamiento,
y en la epifanía
de tu inteligencia,
enmudecerá el cura en misa.
Te necesito pensamiento,
quiero entender lo sufrido,
reconstruir recuerdos con las manos
y desgranar el infinito.
Te siento pensamiento,
te siento en mis ojos,
vuelvo a sentir la luz,
vuelvo a ser un loco.
Te sufro pensamiento,
miras con desdén mis estrofas,
me sientes polvo de estrellas
esperando mi última aurora.
.
Te mato pensamiento,
sangraré tu fruta,
rezaré antes de morir
y callaré a Zaratustra.
Pablo Melgar
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