la lluvia fina en la cara
te refresca, te espuma, te da crema. esperanza.
te recuerda la primavera pasada.
sus verdes menta.
el olor a floración de la dama de noche
en la casa de tu infancia.
te recuerda al sol que da placer y no quema.
al alivio de los pinos mojados con la manguera.
a los pistilos que despiertan en el jardín
y dicen su primera palabra élfica.
te recuerda a la gota por el labio.
a eso que se siente en las Cruces de Mayo
cuando te dejas llevar por la fiesta.
a todo aquello que suena por primera vez en un oído,
con la vibración de una cítara de fresa.
a esa sensación a hiedra que te recorre por la espalda
y que sabe al relente de la hierba fresca.
te recuerda a ti. a esa
delicada caída que llamamos poesía.