Siento la quietud y el silencio de la soledad del escritor. Puedo ver el mundo lleno de luces y a toda esa gente cruzándose conmigo por la calle. Mientras, mi mente viaja por paraísos inmensos de colores vivos y voces suaves que me susurran algo al oído. Puedo reír el amor que siento e incluso llorarlo y dolerlo, según se manifieste. Y cuando todo esto acaba y los créditos han pasado ante mis ojos, la televisión se funde en un negro total y la mudez de la habitación me conmueve. Me siento Joaquin Phoenix o Theodore, no se…y me pregunto qué es real.

Her me hace sentir y eso es real, no hay duda. Sin embargo es sólo una película y yo no soy él, ni siquiera él es más que un personaje, en realidad. Estoy confuso tras ver esta película tan íntima. Me ha hecho meterme en la piel de ese escritor inmerso en el ahogo de una ruptura reciente y de la que siempre obtiene palabras para escribir. Trabaja como redactor en una empresa dedicada a facilitar a sus clientes cartas escritas a mano, tal y como ellos lo harían, con las palabras precisas para expresar sus sentimientos a otras. Esto ya resulta algo virtual puesto que él manifiesta los sentimientos de otros con su verbo, como si fueran de él mismo.

Vive sólo y tiene una vida desorganizada. Dedica su tiempo libre a los videojuegos y subsiste en una vida solitaria, solamente alterada por alguna cita insustancial y su relación con Amy, una vieja amiga. Pero un buen día, en uno de sus huecos paseos por el mundo es seducido por un anuncio sobre un nuevo sistema de Inteligencia Artificial basado en la compañía de alguien que, de forma virtual, te escucha y te habla, con personalidad propia.

“A veces pienso que ya he sentido todo lo que tenía que sentir. Y que de ahora en adelante no voy a sentir nada nuevo, solamente pequeñas versiones de lo que ya he sentido”.

 

 Ante el rumbo tan incierto al que se dirige su vida, Theodore se hace con la compañía de “Samantha”, un sistema operativo configurado con voz de mujer (Scarlett Johanson) con el que sentirá una complicidad que no había experimentado jamás.

 Es una historia futurista de ciencia ficción pero es tan real que llega a inquietar. En ella se desnudan una serie de personajes como si los llegaras a conocer en apenas unas cuantas escenas, llenas de momentos tan corrientes y hermosos dignos de una película francesa. Diseccionan relaciones humanas y cuentan actitudes, miedos y fantasías veraces. No es nada excesiva y todo está contado con cuidado, colocado como si de un trabajo artesanal se tratase.

 Por su parte, Joaquin Phoenix vuelve a hacer un papel altamente complejo. Sufre y es feliz de una forma tan sincera que convierte a Theodore en un personaje espléndido. Ya le hemos visto antes soportar el dolor en silencio (The Master), pero su madurez le está convirtiendo, cada vez más, en uno de los mejores actores de su tiempo. Es un deleite rumiar con él todo ese entramado de sensaciones que padece él solo frente a la cámara, convertido en un hombre verdaderamente sensible.

“Solo estamos aquí brevemente y en este momento quiero ser feliz”.

 Además, la música y el mutismo de la ciudad me llegan a recordar a Lost in translation”, y con ellos vuelvo a sentir aquella incomunicación de estar sólo en una habitación mirando por la ventana. La voz tierna y rota, por momentos, de Scarlett Johannson me acompaña y no le hace falta cuerpo físico para enamorarme.

 En definitiva, nunca sabré con exactitud qué es exactamente lo que es real y lo que no. Vivimos en red y nos comunicamos a través de símbolos que viajan entre máquinas. Cada vez más, sustituimos las relaciones humanas por los ordenadores. Todos estamos sumidos en la soledad de los mundos interactivos y caminamos en silencio por la calle, como soldados de un mundo impersonal. Es chocante pensar en el futuro.

 Yo, personalmente, soy amante del olor y del tacto de una piel suave, del calor de la compañía y la felicidad que me supone una mirada cómplice. Pero también lo soy de las voces que me escuchan y me aman, de las que sienten mi vida como si fuera suya y me acompañan en las noches de miedo e incertidumbre. Me da igual que sea una película, un libro o sea ella, para mí será real.

 Pablo Melgar

The Moon Song – Karen O

 

Título original: Her

Año: 2013

Duración: 109 min.

Director: Spike Jonze

Guión: Spike Jonze

Reparto: Joaquin Phoenix, Amy Adams, Scarlett Johannson, Roney Mara, Olivia Wilde, Chris Patt, Sam Jaeger, Portia Doubleday, Katherine Boecher, Alia Janine, Matt Letscher

Género: Ciencia ficción, Drama, Comedia, Romance, Informática

Nota: 9 Muy buena

Nota filmaffinity: 8,1

Nota IMDb: 8,6