Roadhouse blues – The Doors

¿Os creíais que no íbamos a emitir esta semana? ¿Lo creíais de verdad? ¡Pues os equivocabais! Hola, soy K-Billy y les traigo el “Supersonido de los 70s”.

Mantengan los ojos en la carretera, las manos en el volante, ¡sí!, porque vamos al bar de carretera. Esta semana os traigo uno de los clásicos del blues rock de los 70s, “Roadhouse blues” de los Doors que abre su quinto álbum en el mercado, “Morrison Hotel”. En este álbum “The Doors” volvió a sus raíces tras la dura crítica recibida por su álbum experimental “The Soft Parade”. Así que decidieron volver a lo que estaban acostumbrados a tocar en los clubs y grabaron este disco que supondría la previa a su mayor éxito como banda, “L.A. Woman”.

Grabada en dos sesiones los días 4 y 5 de noviembre de 1969 y lanzada al mercado en marzo del 70, “Roadhouse blues” se conforma como uno de los grandes éxitos de la banda, ocupando un lugar indiscutible en el setlist de los conciertos de los Doors hasta siempre. Se dice que la versión contenida en “In Concert” es “probablemente una de las mejores versiones en vivo de cualquier tema”. ¿Estáis de acuerdo?

A la grabación se unieron Lonnie Mack a la guitarra y John Sebastian al bajo y la armónica. Mack fue,
formalmente el guitarra que asistió a los riffs de Robby Krieger. “”Do it, Robby! Do it!”, gritaba Morrison en los conciertos. Pues es un rumor general y ya convertido en mito el que Mack, a lomos de la guitarra de Krieger, para no desentonar con el sonido Doors, fue el que realizó el solo principal del single. Verdad o mentira, que es un secreto a voces es una realidad.

También se dice que esta canción es una fotografía de Jim Morrison: “Woke up this morning,I got myself a beer!”. Como ídolo de la psicodelia Jim Morrison no perdió el tiempo en aquella época y puede ser que fuera habitual en él beberse una cerveza nada más abrir los ojos por la mañana. Aunque es cierto que ese verso está inspirado en el show Planet Rock de Alice Cooper.

Un reflejo de la vida del rock: carretera, manta, sexo, drogas y rock and roll, en este caso el mejor blues. Una colección de arengas en la jerga del blues y el rock, muy seductora. La eterna historia de los conciertos, la vida en la carretera con sus juergas, moteles y mujeres. “Me gustan los blues sobre todo porque son divertidos para cantar”, decía Jim Morrison. Y no sólo para cantarlos, Jim, sino también para vivirlos. Así eran los 70 y así eran los Doors.

Pablo Melgar

 

“Let it roll, baby, roll! Let it roll, all night long! Do it, honey, do it!”