Miró un momento al cielo y se preguntó, “¿cuándo acabará esta voz interior de decirme que no lo haga?, ¿cuándo tendré la valentía de sobreponerme a esa voz ronca del diablo que vive en mí?” Después alzó los brazos al cielo y gritó sin importarle el público, gritó hasta que su voz fuera igual de ronca que la de sus entrañas. Entonces decidió hacer todo aquello que siempre había deseado y se metió los dedos en la boca para vomitar, el charco fue enorme.
Pablo Melgar
Raining blood – Slayer
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