Ella. Capítulo III
Los días continuaron su curso, implacables y sin ningún tipo de consideración. No nos vamos a sorprender por la rapidez con la que transcurre el tiempo convirtiendo circunstancias insólitas en hechos rutinarios. Pues así fue durante algún tiempo. Intentaba no salir durante el día, puesto que era algo desagradable que algún curioso notase “aquello”. No quería ser objeto de habladurías ni tampoco ser un mono de feria, ¡que va!...