Entre la vigilia y el sueño

hay un punto

en el que la música

se escucha con el pecho.

 

Los focos diluidos

y pelos alborotados

son muestras

de la fatiga del camino.

 

Se ve el final allá a lo lejos, aunque todavía inalcanzable con los dedos.

Me gusta viajar, pero nunca desandar…

 

Pablo Melgar

Goin’ Home – Dan Auerbach