Querido lector…

 


«¿Pero qué novela podría igualar a la realidad?»

LORD BYRON

Guía de lectura

‘Maniac’ de Benjamín Labatut

Editorial Anagrama, 2023.


Índice

  1. Paul: El descubrimiento de lo irracional.
  2. John: Los delirios de la razón.


Esta idea nace de una entrada de mi newsletter de escritura y lectura creativa (HIPERVÍNCULOS), donde escribí una breve guía de lectura de ‘Un verdor terrible’ (Anagrama, 2020), de Benjamín Labatut.


PAUL

El descubrimiento de lo irracional

Retrato de Paul Ehrenfest en 1920 – Harm Kamerlingh Onnes
  • Científico: Paul Ehrenfest (18/01/1880 – 25/9/1933)
  • Origen: Imperio austrohúngaro
  • Disciplina: Física estadística.

–Banda sonora–

–Diario de lectura–

Así comienza la novela:

«En la madrugada del 25 de septiembre de 1933, el físico austriaco Paul Ehrenfest entró en el Instituto Pedagógico del profesor Jan Waterink para niños discapacitados en Amsterdam, le disparó a Vassily, su hijo de catorce años, y luego se pegó un tiro en la cabeza».

Página 13

La anacronía en la narración o alteración intencionada en la exposición del orden temporal de los sucesos de la trama, es un recurso muy utilizado en la literatura y el cine. La técnica conocida como in extrema res, consiste en comenzar una narración por el final de la historia y mostrar así a los personajes en pleno desenlace. La violencia de la escena consigue que el lector entre de lleno en la novela con absoluta atención y acto seguido se preguntará por los motivos que han llevado al personaje a esta conclusión: es lo que llamamos el efecto de la intriga. Para usar esta técnica, es necesario cortar la narración en el momento de mayor intensidad, para volver al pasado y el origen de las motivaciones del personaje.

El ejemplo más famoso de esta técnica narrativa lo encontramos en ‘Crónica de una muerte anunciada’ (el título ya anticipa el desenlace de la trama), de Gabriel García Márquez:

«El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. “Siempre soñaba con árboles”, me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato».

‘Crónica de una muerte anunciada’ – Gabriel García Márquez

Adelantar los hechos más escabrosos es muy propio de la crónica de sucesos y tanto García Márquez como Labatut vienen de una formación periodística. Así, por ejemplo si le pedimos al Chat GPT-4 de Bing que nos busque titulares sensacionalistas podemos leer:

  • Un mono con inquietudes literarias es desalojado por la fuerza de la Biblioteca Nacional de Caracas.

  • La casa de Massiel fue asaltada por unos nazis que reivindicaban a Beethoven.

  • Una mujer envenena a su marido con arsénico y luego se casa con su amante, que resulta ser su hermano.

¿Por qué nos llaman la atención estos titulares? Las noticias tan exageradas como estas son una verdadera atracción para aquellos lectores que necesitan conocer la información que se reserva el titular. Las imágenes explícitas dan paso a la disección del conflicto y solo si el lector logra hacerse una idea de los motivos que mueven al protagonista, logrará satisfacer su curiosidad del todo.

«La obra comienza con un disparo», anuncia ya la sinopsis de la novela en la contraportada del libro. Benjamín Labatut elige de manera astuta a este físico austríaco no solo por su impactante desenlace (que también) sino porque Paul Ehrenfest cumple con todos los parámetros para engrosar aún más su corpus de científicos románticos (aquellos que caminan entre la locura y la genialidad):

«Vivió en conflicto consigo mismo y con el mundo, pero también fue el miembro más dotado de su familia, y el mejor estudiante de todas las clases en que participó».

PÁGINA 15

Además, fue un personaje tendente a la obsesión y la depresión como las dos caras de una misma moneda. Quería encontrar ‘el corazón de los asuntos’ hasta límites dañinos: «la sabiduría real era una experiencia de cuerpo entero».

Sirve además como un enlace perfecto desde su anterior libro, ya que fue mediador de la Conferencia de Solvay en 1927 con la que acaba ‘Un verdor terrible’: entre Einstein y Bohr. Este científico no logró ninguna hazaña espectacular dentro del mundo de la física, como era el caso de sus anteriores personajes (Heisenberg y Schrödinger), pero era considerado como un ‘Sócrates moderno’ y todos confiaban en su criterio para evaluar la viabilidad de sus estudios:

«Sabe cómo volver concretas e intuitivamente claras las cosas más complejas».

PÁGINA 19

El chileno incluso llega a escribir que Ehrenfest tenía fama de «supremo inquisidor de la física».

¿Y que postura tomó, la de Einstein o la de Bohr? Aunque era amigo de ambos, se posicionó del lado de Einstein y consideraba no solo que «la matemática era hostil a la vida» sino que el principio de incertidumbre de Heisenberg abría una puerta irreversible a «la industrialización de la física» y a una «perversa racionalidad» llevada a los límites por la ideología nazi. ¿Fueron sus profundos episodios de obsesión y tristeza producto de genialidad o locura? Benjamín Labatut elige al perfecto profesor de física para mostrar una evaluación hecha carne de los descubrimientos de la mecánica cuántica. ‘MANIAC’ empieza fuerte…

–Cita–

«Esa razón enloquecida, ese fantasma que acechaba el alma de la ciencia –que Paul podía ver como un sutil espectro, un espíritu maldito que revoloteaba encima de las cabezas de sus colegas en las conferencias y en los congresos, mirando por encima de sus hombros, o dándoles un pequeño empujoncito en el codo, prácticamente imperceptible, mientras anotaban sus ecuaciones– era una influencia verdaderamente maligna, impulsada por la lógica y, a la vez, totalmente irracional, todavía incipiente y embrionaria, pero con una fuerza cada vez mayor, añorando desesperadamente irrumpir en nuestro mundo, lista para insertarse en nuestras vidas a través de la tecnología, seduciendo a los hombres y mujeres más brillantes del planeta con promesas de poder sobrehumano y un nivel de control como el que solo podría tener un dios. Ehrenfest ya podía distinguir su influencia, podía oír cómo germinaban sus primeros retoños a medida que serpenteaba lentamente hacia nosotros. Y, sin embargo, no sabía nombrarla, no era capaz de adivinar de dónde provenía, y no osaba hablar de ella en voz alta, porque ¿cómo podía saber si esa fantasía mórbida, esa pesadilla inexplicable de la cual debíamos, de alguna manera, despertar, era fruto de una visión genuina, o solo un nuevo brote de delirio que poco a poco se apoderaba de su mente?»

PÁGINA 35

JOHN

Los delirios de la razón

  • Científico: John von Neumann (28/12/1903 – 08/02/1957)
  • Origen: Budapest, Hungría
  • Disciplina: contribuciones fundamentales en física cuántica, análisis funcional, teoría de conjuntos, teoría de juegos, ciencias de la computación, economía, análisis numérico, cibernética, hidrodinámica, estadística y muchos otros campos.

–Banda sonora–

–Diario de lectura–

El segundo capítulo comienza con una afirmación muy rotunda:

 

«Fue el ser humano más inteligente del siglo XX».

Página 45

En la página siguiente se le califica de «extraterrestre» y antes de empezar la propia narración del capítulo, se describe (al igual que sucedía en el capítulo anterior) el final del científico Johnny von Neumann: custodiado por dos guardias armados y «perdido en el delirio, muriendo al igual que cualquier otro hombre». 

La hipérbole es una técnica narrativa que consiste en exagerar algún aspecto de la realidad para crear un efecto de énfasis. Por ejemplo, cuando el autor dice que el personaje principal fue el ser humano más inteligente del siglo XX, resalta su genialidad para captar la atención del lector y crear una anticipación o curiosidad por lo que va a suceder en la historia. De esta manera, nos invita a seguir leyendo para descubrir más sobre el personaje.

Primera parte: Los límites de la lógica

EUGENE WIGNER

–Completamente despierto–

En este capítulo, el autor abandona la tercera persona del narrador que no participa en la historia y la cuenta desde fuera; para optar por un narrador testigo: el mejor amigo de la infancia del protagonista, Eugene Wigner. En este caso es un personaje secundario de la historia y la cuenta en primera o tercera persona, mostrando lo que ve, oye o sabe, pero sin acceder a los pensamientos o sentimientos de otros personajes.

  • Científico: Eugene Paul Wigner (17/11/1902 – 01/01/1995)
  • Origen: Budapest, Hungría
  • Disciplina: Premio Nobel de Física en 1963, por su contribución a la teoría del núcleo atómico y de las partículas elementales, en especial por el descubrimiento y aplicación de los importantes principios de simetría.

«Iba un curso inferior que yo en el Fasori Gimnázium, una escuela secundaria luterana en Budapest, probablemente la más rigurosa del mundo en ese momento».

Página 59

Este inicio en el que, en voz de Wigner, el autor relata cómo se hizo amigo del genio; me recuerda al comienzo de la famosa novela, ‘El Gran Gatsby’. En este caso, Francis Scott Fitzgerald utiliza el narrador testigo para crear un efecto de distancia y objetividad entre el lector y los personajes. El narrador testigo es Nick Carraway, un joven que se muda a West Egg, una zona residencial de Long Island, donde conoce a su vecino Jay Gatsby, un misterioso millonario que vive en una enorme mansión al lado de su casa y que es conocido por ser el anfitrión misterioso de unas espectaculares fiestas en las que los personajes de la alta sociedad «llegaban y se iban sin ni siquiera conocer a Gatsby». Nick se convierte, poco a poco, en el confidente de un personaje casi mitológico y sirve de intermediario entre él y su amante: es el testigo más cercano de los acontecimientos que llevan al trágico final de la historia. Nick Carraway es un narrador testigo que intenta ser imparcial y honesto, pero que también reconoce sus propias limitaciones y prejuicios. Comienza asegurando que Jay Gatsby «representaba todo aquello por lo que sentía auténtico desprecio» pero la curiosidad y la fascinación por el personaje le acaban convirtiendo en su único amigo.

«Si la personalidad es una serie ininterrumpida de gestos logrados, entonces había en Gatsby algo magnífico, una exacerbada sensibilidad para las promesas de la vida, como si estuviera conectado a una de esas máquinas complejísimas que registran terremotos a quince mil kilómetros de distancia. Tal sensibilidad no tiene nada que ver con esa sensiblería fofa a la que dignificamos con el nombre de «temperamento creativo»: era un don extraordinario para la esperanza, una disponibilidad romántica como nunca he conocido en nadie y como probablemente no volveré a encontrar.”

‘El Gran Gatsby’: Capítulo 1 – Francis Scott Fitzgerald

Labatut comienza con los rumores acerca de un genio en el vecindario, como si introdujera, poco a poco, al personaje de una historia de terror.

«Decían que había aprendido a leer antes de cumplir los dos años; que sabía hablar alemán, inglés, francés, latín y griego antiguo; que a los seis años ya era capaz de dividir, mentalmente, dos números de ocho dígitos, y que un verano, muerto de aburrimiento después de que su padre lo dejara encerrado en la biblioteca familiar por haberle prendido fuego al cabello de su profesor de esgrima, se aprendió de memoria los cuarenta y cinco tomos de la historia general de Wilhelm Oncken».

Página 61

De la misma manera en que Nick Carraway es el único que logra penetrar en la intimidad de Gatsby e incluso vislumbrar su vulnerabilidad, la voz de Wigner asegura que durante la etapa escolar fue el único amigo de John von Neumann. De esta manera, nos proporciona los primeros aspectos humanos del protagonista: «su torpeza, sus ademanes anticuados y las múltiples pequeñas excentricidades que lo separaban de los demás». Es un buen testigo del efecto escalofriante que provocaba en los otros niños, por su tendencia a analizar a los demás y el estado de trance tan particular de sus cavilaciones. Empezamos a comprender así el perfil psicológico de un personaje que a pesar de gozar de un potencial casi sobrehumano, «parecía avergonzarse de su inteligencia». Una vez más, Labatut camina sobre la fina línea entre la genialidad y la locura.

«Una cosa estaba clara: Jancsi simplemente no podía detener su pensamiento. Su mente padecía un hambre voraz. A lo largo de su vida tuvo que revolotear de una rama de la ciencia a otra, incapaz de contenerse, como esos desdichados colibríes que deben comer sin cesar a riesgo de morir».

Página 65

MARGIT KANN VON NEUMANN

–Mimado, feroz–

En este fragmento, en forma de testimonio directo, se rompe la cuarta pared (la barrera imaginaria que separa a los personajes del público). Tiene forma de testimonio directo, como ocurre en los falsos documentales o mockumentaries que consiste en simular que los personajes están siendo grabados por un equipo de documentalistas. A veces, interactúan con ellos o les hacen preguntas. De esta forma, se crea un efecto de realismo. Esta técnica también permite explorar los pensamientos y sentimientos de los personajes, que se expresan directamente a la cámara en entrevistas o confesionarios.

El mockumentary y el aparte en teatro tienen en común que son recursos que rompen la ilusión de realidad y buscan la complicidad del público. Ambos se basan en la idea de que el espectador es consciente de que está ante una obra de ficción, y que puede acceder a los pensamientos o intenciones de los personajes que se salen del marco de la narración. El mockumentary imita el formato del documental para presentar una historia inventada, mientras que el aparte es un comentario breve que hace un personaje como si hablara consigo mismo o con la audiencia, sin que los demás personajes lo escuchen. Así, ambos recursos crean un efecto de reflexión, al mostrar una perspectiva diferente de la que ofrece la trama principal. Estos recursos se utilizan, por ejemplo, en las series de televisión The Office o Modern Family.

En este caso, Labatut elabora una lista de calificativos de John von Neumann por parte de su madre que añaden más información de lo que provoca el protagonista en sus seres más cercanos.

* «Diferente desde el principio».

* «No parecía un bebé sino un anciano».

* «Precoz».

*«Alegre pero solitario».

*«Payaso».

*«Tenía que repetirlo todo».

*«Temerario. Chismoso. Travieso. Extravagante. Mimado. Feroz»

Página 68 y 69

NICHOLAS AUGUSTUS VON NEUMANN

–A la cabeza de su horda–

«Todo comenzó con un telar mecánico, y debo advertirles que esa cosa era un aparato monstruoso. Se veía exactamente igual a la máquina que Franz Kafka imaginó en ese cuento suyo –’En la colonia penitenciaria’– para tatuar los pecados y crímenes de los prisioneros en sus espaldas: un insecto de metal gigante con diez mil patas, engullendo instrucciones y excretando hilos de seda como si fuese una araña prehistórica. Padre la trajo a casa para que la viéramos. Nos explicó que era un mecanismo automático que podía tejer tapices, brocados y textiles siguiendo patrones almacenados en tarjetas perforadas».

Página 70

En este capítulo, Labatut continúa el recorrido de testimonios por parte de las personas más cercanas a Johnny von Neumann en el periodo de su infancia: «János adoraba a nuestra madre y temía a nuestro padre». Es el turno de conocer la experiencia de su propio hermano, que nos abre la puerta de la casa familiar y cómo considera que empezaron los experimentos terroríficos de su hermano. Conoce la parte humana del personaje: «fue el mejor hermano que podría haber tenido, increíblemente protector». Sin embargo, no esconde la contradicción moral que le produce pensar en él: «en ese momento no podríamos haber sospechado lo que estaba por venir». Lo que es seguro es que a pesar del afecto, su propio hermano se le aparecía en las pesadillas como «un rey mongol a la cabeza de su horda».

Según él, todo comienza cuando su padre trae a casa una máquina que sirve para tejer tapices de manera automática, gracias a una programación que el joven János intenta descifrar. La referencia directa al relato de Franz Kafka, ‘En la colonia penitenciaria’, es muy significativo.

«Cada una de las agujas largas tiene una corta a su lado. La larga es la que propiamente escribe, la corta inyecta agua para lavar la sangre y mantener siempre limpia la inscripción. La sangre aguada se canaliza por estas ranuras y fluye finalmente por estas acanaladuras cuyo tubo de desagüe lleva a la fosa».

‘En la colonia penitenciaria’ – Franz Kafka

‘En la colonia penitenciaria’ es uno de los ‘Castigos’ que el checo escribió junto a ‘La condena’ y ‘La metamorfosis’. La trama de este relato es simple, aunque los interrogantes que propicia dan espacio a debates muy complejos sobre cuestiones como la culpa, la ley y la pena.

Un viajero llega a una isla donde es invitado por el nuevo comandante de la penitenciaria para presenciar una sentencia de muerte. El oficial a cargo de la ejecución no oculta su admiración por la máquina con la que dan muerte a los condenados. El viajero observa, desde la pasividad y el horror, la crueldad de un sistema arcaico de justicia pero sin atreverse a tomar partido en el cambio de régimen.

«-Es un aparato singular -dijo el oficial al explorador, y contempló con cierta admiración el aparato, que le era tan conocido».

‘En la colonia penitenciaria’ – Franz Kafka

Desde este relato de Kafka, podemos extraer algunas ideas que Labatut pretende añadir al perfil psicológico del monstruo que ha elegido como protagonista.

  • La razón convertida en algo monstruoso: En el cuento de Kafka, la máquina sirve para torturar al condenado con la inscripción de su propia sentencia en el cuerpo: «Naturalmente no puede tratarse de ninguna simple caligrafía, no debe matar al instante, sino por término medio en un plazo de doce horas; se calcula que el momento crítico se produce en la sexta hora».
  • El antagonismo entre el orden tradicional y el nuevo: la maquina supone la continuidad de un orden anterior mantenido por el oficial a cargo de la ejecución. Este pretende seguir las instrucciones del anterior comandante que solía ejercer a la vez no solo de «soldado, constructor, químico y dibujante» sino también de juez y de verdugo. Es el único que se opone a las políticas “compasivas” del nuevo orden y busca en el extranjero un cómplice para conservar el método de tortura.

«La magia del invento, nos dijo, era que, una vez que introducías las instrucciones, un solo telar podía producir una cantidad ilimitada de copias de un patrón, sin la intervención de un operador humano, por lo que su impacto en la industria textil había sido gigantesco. János chilló de placer cuando padre nos contó que Jacquard estuvo a punto de ser linchado por una turba enfurecida después de que su invento dejara a miles de personas sin trabajo de la noche a la mañana».

Página 71

El hermano de Johnny von Neumann nos cuenta como si fuera el extranjero del relato de Kafka, sus análisis infantiles de «intensidad monomaniaca» en torno a una «máquina inventada a principios del siglo XIX». De esta manera equipara a Johnny von Neumann con el oficial obsesionado con el instrumento de tortura y califica de ‘premonición sobrecogedora’ el efecto que produjo en él la programación. Este capítulo subraya la idea de un progreso amoral que no logra discernir las consecuencias humanas de los avances tecnológicos.

«…una máquina primitiva según los estándares modernos, pudiera encerrar en su interior la semilla de una tecnología que iba a afectar, para bien o para mal, todos los aspectos de la experiencia humana».

Página 74

MARIETTE KÖVESI

–El diablo en tu puerta–

En este texto, leemos el testimonio ficticio de la primera mujer de Johnny, con la que estuvo casado durante 7 años (1930-1937). Mariette es otro de los personajes secundarios que le conoció antes de que se convirtiera en «Dios de la ciencia y la tecnología», pues asegura conocerle desde los 3 años.

En primer lugar, conocemos el contexto socioeconómico de su familia: «prósperos miembros de la alta burguesía judía, totalmente asimilados a la cultura húngara». De esta manera, describe Budapest en su belle époque, mientras el resto de Europa estaba asediada por la guerra. Habla de una época de crecimiento económico en la que «los ricos se volvían aún más ricos» y en consecuencia disfrutaban de innumerables «invenciones y descubrimientos», aparte de una vida ociosa envidiable: «¿Qué hicimos? Gozamos, jugamos y nos emborrachamos».

«Muchos de nosotros actuamos como si nada estuviese pasando. Puede sonar grotesco, lo sé, y no me enorgullece confesarlo, pero vivir así me enseñó una verdad humana esencial, algo que aprendí de jovencita y que nunca olvidé: se puede bailar incluso cuando el diablo está llamando a tu puerta».

Página 77

En segundo lugar, destaca la obsesión por la guerra del joven János que pasaba la mayor parte del tiempo sobre su tablero de Kriegsspiel: un género de juegos de guerra desarrollado por el ejército prusiano en el siglo XIX para enseñar tácticas en el campo de batalla a los oficiales. Una excitación teórica de lo bélico que enlaza con la máquina de tortura kafkiana, del capítulo anterior.

«muchas veces me he preguntado si acaso existe una conexión directa entre esas simulaciones abstractas e infantiles –muy alejadas del sufrimiento real y de las vísceras vertidas sobre los campos de batalla– y el entusiasmo con que Europa se lanzó a la guerra».

Página 77

En tercer lugar, se elabora un retrato divertido de Johnny y su primera mujer asegura que se divirtió mucho con él e incluso tuvo una hija que fue una mujer exitosa en el mundo de las finanzas. Sin embargo, no vacila en asegurar que era una persona inútil en el ámbito doméstico y que no sabía ni siquiera hacerse de comer. Destaca su extraño sentido del humor, el gusto por el privilegio, su naturaleza profana sin ningún arraigo por la cultura judía (a pesar de pertenecer a ella) y su odio a los nazis. La ironía con que se refiere a él pone una vez más de manifiesto la doble cara entre el personaje y la persona que había detrás.

«Yo me casé con Johnny porque era un idiota que me hacía reír, y nos tuvimos unas ganas tremendas siempre, incluso después de separarnos, cosa que enfurecía a nuestras parejas. Pero yo no podría haber permanecido casada con ese hombre. El gran von Neumann. Un verdadero mensch. ¡Dios de la ciencia y la tecnología! ¡Rey de los cosultores! ¡Padre de la computación! Me muero de risa. Si los demás lo conocieran tanto como yo…Ese tipo no podía atarse los zapatos. ¡Inútil! Peor que un bebé».

Página 80

GEORGE PÓLYA

–¿Qué clase de chico es este?–

  • Científico: George Pólya (13/12/1887 – 07/09/1985)
  • Origen: Budapest, Hungría
  • Disciplina: Realizó contribuciones fundamentales en combinatoria, teoría de números, análisis numérico y teoría de la probabilidad.

Continúa el tono de falso documental, esta vez con el testimonio de George Pólya: profesor de matemáticas de 1914 a 1940 en el Politécnico de Zúrich y de 1940 a 1953 en la Universidad de Stanford. Cuenta la reacción de un joven János en su seminario en Budapest, cuando mostró un teorema «sumamente difícil» en el que llevaba años trabajando y retó a sus alumnos a discutir sobre él. El monstruo descifró el problema en un santiamén, con los ojos cerrados y sin hablar con nadie. Se aumenta la leyenda, a base de las declaraciones de personajes de reconocido prestigio, como en cualquier documental.

«En un segundo. Sin esfuerzo. Sin pensar. No podía creerlo. ¡Años! Todos mis años de trabajos borrados en un seguno. Y eso que hizo…era tan hermoso, tan elegante, que recuerdo haberme preguntado a mí mismo: ¿Qué es esto? Este chico…¿Qué clase de chico es este? Todavía no lo sé, todavía no lo entiendo, pero después de eso le tuve miedo a von Neumann».

Página 83

–INCISO–

Es habitual dentro de este artefacto, algunos incisos que dan contexto histórico del momento en el que se sitúa la trama. Tanto en ‘Un verdor terrible’ como en ‘MANIAC’ se han tratado, como uno de los temas principales, las obsesiones de los científicos por encontrar fórmulas que explicaran lo absoluto (en su anterior libro, en el campo de la física, y en este, en las matemáticas). Desde el principio de esta novela se propone la idea de cómo las matemáticas pueden convertirse en un campo terrorífico, por su capacidad de crear códigos que alteran la realidad pero que no tienen en cuenta el factor humano. Así, este inciso sitúa por primera vez al protagonista dentro de uno de los debates más importantes de la materia: «la crisis de los fundamentos de las matemáticas». En este paradigma, es importante el proyecto de David Hilbert por explicar «el universo matemático entero a partir de un puñado de axiomas lógicos» que llamó la atención del joven von Neumann.

THEODORE VON KÁRMAN

–Algunos perdieron la cabeza–

  • Científico: Theodore von Kárman (11/05/1881 – 06/05/1963)
  • Origen: Budapest, Hungría
  • Disciplina: Aeronáutica y astronáutica. Es responsable de descubrimientos trascendentales en aerodinámica, particularmente por sus trabajos en la caracterización de flujos de aire supersónicos e hipersónicos.

Este texto recupera el tono ensayístico e impersonal de ‘Un verdor terrible’, pero incluye en su estructura una anécdota personal que introduce y da cierre al mensaje final del capítulo. Este científico nos cuenta cómo el padre de von Neumann intentó utilizarle para convencer a János, cuando éste tenía tan solo 16 años, de que no estudiara matemáticas. Como es habitual en la estrategia de este artefacto, esta eminencia de la aeronáutica da fe del enorme potencial que vio en el joven y cómo influyó en su decisión de estudiar ingeniería química aparte de matemáticas. Ahora veremos cómo le da gravedad al asunto.

«No conozco a nadie capaz de asumir un peso tan grande y salir triunfante, pero a él le tomó solo cuatro años obtener un título de ingeniero químico y un doctorado en matemáticas».

Página 90

A partir de ese inciso, este ingeniero nos explica la crisis que envolvió a las matemáticas y que califica de ‘psicosis colectiva’. Los descubrimientos de principio del siglo XX llevaron a los matemáticos a dudar incluso de las bases en que se sustentaba toda la ciencia.

«ellos podían continuar basándose en la fe, o correr el riesgo de hurgar en la esencia de las matemáticas para desenterrar la piedra angular que sostenía toda su estructura».

Página 92

En este propósito de dilucidar los fundamentos de las matemáticas, algunos incluso llegaron a perder la cabeza. El paradigma de esta situación es el matemático alemán, George Cantor.

  • Científico: Georg Ferdinand Ludwig Philipp Cantor  (03/03/1845 – 06/01/1918)
  • Origen: San Petesburgo, Rusia
  • Disciplina: Matemáticas. Fue inventor con Dedekind de la teoría de conjuntos, que es la base de las matemáticas modernas. Gracias a sus atrevidas investigaciones sobre los conjuntos infinitos fue el primero capaz de formalizar la noción de infinito bajo la forma de los números transfinitos (cardinales y ordinales).

En este capítulo, Labatut utiliza la voz de Theodore von Kárman, para relatar la historia de Cantor porque es relevante para sostener la gravedad de la anécdota sobre von Neumann y su papel dentro de los debates matemáticos de principio del siglo XX.

Para contar la historia de Cantor voy a establecer una fórmula que Labatut aplica en la personificación de sus científicos románticos: la dicotomía genialidad y obsesión.

  • Genialidad: su teoría de conjuntos es «una pieza clave de las matemáticas modernas».
  • Obsesión: demostró la multiplicidad de infinitos lo que «contribuyó a la crisis fundacional» de las matemáticas. La relación compleja con sus propias ideas lo llevó a «soportar episodios de manía cada vez mayores, tras los cuales descendía hacia la más negra depresión». Acabó internado en un sanatorio en Halle.

«Le confesó el mayor de sus temores a su hija: sentía que, de alguna manera, sus infinitos ponían a Dios en tela de juicio».

Página 94

La búsqueda de la certidumbre y los descubrimientos de su trabajo incluso le llevaron a una «dialéctica teológica, en la cual Cantor jugaba el papel del acusador y el acusado». Esta contradicción le llevó a la locura y uno de sus psiquiatras incluso observó que padecía ‘delirios de persecución paranoide’. Murió en ese estado, en un «ciclo vicioso de verdad y falsedad» de sus propios postulados.

El otro paradigma de sufrimiento por el intento de establecer las bases que sostengan la ciencia matemática, fue el del filósofo, matemático, lógico y escritor británico (Premio Nobel de Literatura), Bertrand Russell.

  • Científico: Bertrand Arthur William Russell  (18/05/1872 – 02/02/1970)
  • Origen: Monmouthshire, Gales; Reino Unido
  • Disciplina: uno de los fundadores de la filosofía analítica. Escribió sobre una amplia gama de temas, desde los fundamentos de la matemática y la teoría de la relatividad al matrimonio, los derechos de las mujeres y el pacifismo.