Donato
magazine de arte desapercibido

Quiero aprovecharme de la totalidad,
Resaltar los sitios vacíos,
Insultar al aburrimiento y a los cajones desbordados de trastos.
Erigirme como jefe supremo de las tropas de asalto,
Comandante electo del pasotismo
Me auto-exilio de la sociedad
Ermitaño extremo en este ilusorio y ficticio planeta.
Me serviré de mi insignificante sabiduría que me conducirá al triunfo.
Insensatez es el núcleo de todos los debates
La nada, el vacío, lo prescindible, son indispensables.
Alucinaciones que nos enseñan los secretos del tiempo y del espacio,
Visiones profetizadas del pasado,
Eyaculaciones cósmicas que manchan el universo,
Quiero vivir en la mentira sin ser por cojones alguien.
Soy el espantapájaros,
Soy el paso en falso,
Soy el cuerpo de Cristo sin transustanciación.

 

Escribir sobre Donato ya es traicionar a su personaje, porque él habita los márgenes –no sé si le gustará que escriba todo esto, la verdad, pero yo lo haré igualmente; porque llevar la contraria es algo que él respeta mucho y yo lo sé–. Cuando le propuse este pequeño cuestionario me dijo que no consideraba su arte un trabajo, sino un acto de libertad. La realidad es que acude a él todos los días. Viví dos años con él, en una casa baja de Granada por la que pasaron cantidad de artistas y personajes extraños; y no pasó un solo día en el que no le viera con la guitarra en la mano, pintando ilustraciones, cuadros –hasta usando el café diluido en agua como tinta– o escribiendo, componiendo, escuchando música. Si algo puedo contaros sobre mi hermano, es que el arte le hace libre. Sombrerito no necesita nada más.

Aprés la vigne (puedes leer el poema haciendo click).

Siempre dice que nació en los 40 y que cumplió la mayoría de edad al mismo tiempo en que las voces negras del soul brillaban en las salas de conciertos. Más tarde, cogió su propia guitarra y tocó en algunos grupos, haciendo giras por el sur de Italia. Escuchando a Wilson Pickett, Marvin Gaye, Sam Cooke, Etta James y Ottis Redding; intentó copiarles igual que hicieron John Lennon, Jim Morrison y otros tantos fumando Winston. Como un beat, vivió su bohemia de los 20 años en Bologna y no le gustó la Universidad, donde se matriculó en Cine y Comunicación Audiovisual; pero sí la vida. No sé en qué época ni qué hizo exactamente allí pero me lo imagino como un personaje más de Paz!, con la guitarra en la mano, hablando desde el cómic –dibujando o escribiendo–, componiendo sin límites, escuchando la liberación del alma en esas calles de color arcilla.

La primera semana que llegó a nuestra casa de Granada, le encontré en el sofá del salón tocando la guitarra. No hablaba ni una palabra de español, no tenía móvil ni ordenador y la guitarra se la había dejado Alfonso –el niño chamán–. Entre su dialecto italiano y mi castellano esponja, nos entendimos bien. Tocaba el White Album de los Beatles porque no tenía ningún aparato para escucharlo. Así se divertía más. Me gusta cuando toca el blues, porque le cambia la cara. Me habla de los negros y de Bob Dylan, ahí tiene sus raíces. Por eso siempre saca el folk que lleva dentro y acaba enseñándome  la música popular de su tierra.

Nos conocimos en la psicodelia, escuchando a los Doors y a Led Zeppelin pero con él he repasado el sonido de todas las décadas del siglo XX, salvo lo más actual –dice que al haber nacido en los 40, la música de ahora no le interesa mucho–. La suya es la consecuencia de caminar sobre ese Olimpo de artistas que él ha ido conformando como cielo propio. Disfruto más de ella cuando es cruda, él solo con la guitarra es capaz de tocar durante horas seguidas, sin cansarse –como aquellos primeros Beatles en Hamburgo, sesión late night–. Su versión más romántica está en el pop de los 80/90 y ahí le delata su edad real. Le he visto hacer música electrónica y también rapear. Aunque no le gusten las etiquetas, sospecho que tiene el oficio de un músico.

En su pintura consigo ver los colores y las formas del universo en el que vive, lleno de ramificaciones, de caras que se multiplican, que se velan de colores cálidos en la oscuridad, de un deseo muy misterioso por trascender en algo casi místico que él llama libertad, rodeado de ironía y de gente. En sus letras se siente el rechazo a los estándares de la sociedad. Los juegos de palabras le sirven para dar música a sus paisajes mentales: celebra la naturaleza desde el refugio más oscuro. Sus mujeres son exóticas, de pelo negro, de piel oscura y sus personajes absurdos, entrañables y universales van del tedio al éxtasis, al surrealismo y a la raíz. Aunque diga que no tiene un método, pinta mucho –conoce a los clásicos–, escribe mucho –ahora es capaz de escribir poemas en castellano– y compone mucho –muchísimo–. A mí no me engaña, todas sus noches acaban con un acto creativo. En nuestra utopía, el trabajo no debería de ser la jaula sino aquello a lo que dedicamos el tiempo y que nos define por encima de cualquier cosa.

No quiero encerrar su obra en ninguna descripción más pero antes de mostraros su trabajo, me parecía necesario explicar lo que significa ser eso que él llama ‘anarquista de pensamiento’: su libertad no cabe en una urna, se expresa en las terrazas y en las plazas del Albaicín, en los cuadros que regala a sus amigos, en los álbumes que escribe en cada uno de sus ciclos vitales. Hace poco escribí –pensando en él–, que ‘los soldados de la vanguardia jamás se mueven por el dinero. / el poeta los desarma con versos morados’. Mi ambición es escribir algún día algo que a él le guste.

PD: Su película favorita es ‘Easy Rider‘ (1969). Aunque no lo haya dicho, es importante.

PD’: Le pedí que me hiciera una playlist y aquí podéis escucharla.

 

 
¿Cómo te expresas?

Lo mío no es un trabajo sino un momento de libertad, que es todo lo contrario de un trabajo. Lo hago en todas las formas posibles y con todo lo que encuentro alrededor.

 

¿De qué artista aprendes?

En música de todos los bluesman, desde Dylan hasta Hendrix…para dibujar me gustan Van Gogh, Modigliani, Gauguin, Pazienza.

 

Una reivindicación:

Ninguna.

 

Un defecto:

Ninguna reivindicación.

 

Una canción:

‘You can’t always get what you want’, The Rolling Stones.

 

Una obra / un verso –o los 2–:

On the road, Jack Kerouac.

 

Etiqueta a otro artista:

@k2varela

 

Apparire

 

Puedes abusar de mi bondad, 
Nunca me enfado.
Puedes aprovecharte de mi alma,
Nunca sufro.
Puedes violar
mi cuerpo,
Nunca me canso.
Puedes hablar de mis defectos, 
Nunca me ofendo.
Y podrías disfrutar
de mi semen,
Siempre fértil.
La tierra mezclada con las carnes de mis abuelos me ha parido. porque    soy primavera.
Nunca soy atardecer
Siempre soy alba.

 

 

Te escondes de tu lado apolíneo,
Ausentándote de la fiesta privada,
En la que eres el solo invitado
Y el celebrado.
Renuncias
A desternillarte de risa
Y a romper a llorar,
Como siempre,
Entre tus límites,
En la obsesiva investigación
Sobre un nuevo tormento.
Repudias al inútil,
Y en compensación eres muy crítico.
Complacido por la insatisfacción,
Llenas los vacíos
Con la concentración.
Tendrás pensamientos tan profundos que te sepultarán,
E ideas previsoras que atrás te dejarán.
La crisis histérica no es legítima,
Las intenciones de los demás
Te resultan actuaciones.
Guión de pobre valor,
Con muchos cielos y pocas estrellas.
Todo el poder que pasa por el yo,
Sirve para evitar las vidas de los otros.
Tú no tocas a las puertas,
Las abres.
Para cerrarlas de repente
En las narices de unas caras asustadas.
Viviendo un eterna contradicción,
Ser la causa y la solución.

 

Ho il cuore acido

 

Quien teje las telarañas,
Ahorra en casa y comida.
Quien erige un palafito,
se eleva del suelo y del mar.
Quien cava una sucia guarida,
Planta su alma y su cuerpo en el mundo.

Vanaglóriate de tu gruñido,
cerdo asqueroso!

Celebra, con un balido, tu felicidad ,
maloliente oveja!

Manifesta tu gracia con un
croar,
sapo de mis cojones!

Lo máximo, que podemos hacer,
para acercarnos a los animales,
es gritar…

…así pues,  gritamos.

 

 

La luna, hermética, nos mira.
Nosotros ,dientes de clorofila,
Nos acurrucamos.
Argonautas de la prosopopeya,
Inventores de las culturas,
Piedras de mazapán y salsas de shawarma.
Observamos el cielo en vaqueros
y nos salen las ganas de t-shirt (camisetas).

 
Pecora

 

El árbol de oro

En la familia de la selva
Está un árbol con la corteza,
Que brilla entre la niebla
Que nos ofusca la cabeza.
Protegido
por fuerzas mágicas,
Su búsqueda
parece banal.
El poeta incauto anda
Por un destino
siempre lejano.
Solo…
Con la ayuda
de su alma sagrada
Puede llegar
hasta sus ramas,
Frente al encanto
de la hojas doradas,
Contempla la luz
y se para.
El árbol ilumina
esta noche
Y de su resplendor
nadie disfruta,
Todos…
ciegos por sus intensas luces,
Dejan al suelo
pudriendo las frutas.
Hambrientos, los hombres quieren probarlas,
Pero su hambre
les lleva
A comerse las piedras,
Nunca serán
capaz de encontrarlas
Y con los ojos cerrados
se quedan.
Así que
muchos se duermen
Mecidos por los cometas
Y en estos eufóricos sueños
Terminan de perseguirse
Y empiezan
A ser cómplices.

 

Solo natura

 

vosotros
con vuestros rostros expertos,
Con vuestros ojos de cerámica, cristales y agua.
Con vuestras narices agustas entre las mejillas.
Las frentes de vinilo surcadas por las puntas de los tocadiscos.
Labios de callos e hinchados por la infinidad de charlas que los consumen y dejan amarillos los dientes de perla y marfil.
Lenguas de esponja plastilina y silicona, empapadas de espuma y leche que salen copiosamente del interior de la boca.
Vosotros sois mecanismos mentirosos de la naturaleza.
Pésimos productos que llamamos humanos.

 

 
aparecido #2: 

Hasta aquí lo que os puedo mostrar del segundo aparecido. Que no se os pase desapercibido su trabajo:

canales de Donato:

Youtube
Soundcloud
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Instagram

 

Este texto no pretende ser una crítica ni un análisis, comparto el arte que me gusta y me lleva hacia otros caminos, a otras maneras de entenderlo. Usa el hashtag #km0cool en tus publicaciones de Instagram y sigue a @km0cool si quieres que tu trabajo se comparta. También puedes enviarme tu trabajo directamente a melgar.pablo@gmail.com

magazine de arte desapercibido.?

editor: Pablo Melgar