La poesía de Francisco de Quevedo (1580-1645) encarna la tensión entre la exaltación y la degradación en el Barroco español, un período marcado por el contraste entre lo sublime y lo grotesco. Poeta cortesano y satírico implacable, Quevedo llevó el castellano a un nivel extremo de agudeza conceptual mediante un lenguaje afilado, juegos sintácticos y metáforas lapidarias que evidencian tanto su desengaño personal como su dominio del arte poético. En su obra, la intensidad verbal no es solo un ejercicio de virtuosismo, sino un espejo en el que la vida, el tiempo y la muerte se despliegan como verdades crudas e inevitables: desde la introspección amorosa de sus sonetos hasta la corrosiva sátira de su poesía política.
Este análisis busca desentrañar los mecanismos de su poética: cómo sus versos amorosos construyen un discurso marcado por el amor cortés, el neoplatonismo y el estoicismo; por qué su poesía metafísica revela el influjo de la reforma religiosa y la angustia existencial ante la muerte; y de qué manera su obra satírica despoja la realidad de sus disfraces morales y políticos para exhibirla en toda su crudeza.
Tres claves explican su vigencia: la paradoja entre la pasión exaltada y la frialdad estoica como ejes de su reflexión vital, el lenguaje como instrumento de denuncia y reflexión existencial, y la capacidad de un autor que, desde el desengaño y el encierro, construyó un universo poético tan profundo como devastador en la literatura española.
PK
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Literatura española

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Movimiento literario BARROCO
📜 Movimiento cultural: Barroco
📍 Contexto: Europa (siglos XVII-XVIII) · Contrarreforma · Crisis económica.
🎭 Temas: Desengaño · Muerte · Fugacidad del tiempo.
✍️ Literatura: Soneto · Romance · Silva. 🎶 Música: Ópera · Concierto · Fuga.
🎨 Arte: Claroscuro · Ornamentación · Teatralidad.
🏛️ Arquitectura: Exuberancia · Columnas salomónicas · Cúpulas monumentales.
🇪🇸 En España: Velázquez. Góngora · Quevedo · Lope de Vega.
El Barroco fue un movimiento cultural que se expandió desde Italia hacia toda Europa y las colonias americanas entre los siglos XVII y XVIII. La palabra «barroco» proviene del vocablo portugués «barrôco», que hacía referencia a una perla irregular entre las rocas, símbolo de lo recargado y caprichoso que definió la estética del período. Surgió como una respuesta al clasicismo renacentista, proponiendo un arte más emocional y dramático. En arquitectura, pintura, escultura y música, el estilo barroco se caracteriza por su exuberancia ornamental, su gusto por los contrastes de luces y sombras y su carácter marcadamente teatral.
En el ámbito literario, el Barroco convierte la palabra en un artificio elaborado que busca cautivar y desconcertar al lector. Esta estética, marcada por la complejidad expresiva y el desbordamiento formal, se extiende también a la pintura de Caravaggio y Rubens, la música de Vivaldi y Bach y la arquitectura de Bernini y Borromini. La saturación y el exceso se consolidan como reflejo del caos y la incertidumbre social del momento.
En el contexto español, el Barroco se desarrolla en un panorama de crisis económica, decadencia política y tensiones religiosas derivadas de la Contrarreforma. A diferencia del Renacimiento, el Barroco proyecta una visión más oscura y crítica de la realidad, donde el arte se convierte en un espejo deformante que expone la fugacidad de la vida y el desengaño humano. Los poetas más representativos de este período —Góngora, Quevedo y Lope de Vega— utilizaron formas tradicionales como el soneto y el romance, pero las dotaron de una densidad estilística y un ingenio conceptual inusitados.
‘Las Meninas’ (1656) de Velázquez es un ejemplo paradigmático de la complejidad del Barroco. La obra no solo cuestiona la identidad del sujeto retratado, sino que despliega un juego de espejos y miradas que transforma la escena en una representación teatralizada de la realidad. En esta composición, Velázquez minimiza la figura del rey y la reina, relegándolos a un reflejo borroso, subrayando así la fragilidad del poder y la fugacidad del tiempo.

(1434) ‘El matrimonio Arnolfini’ – Jan van Eyck
Literatura española LA LÍRICA BARROCA
📜 Movimiento cultural: Barroco
📍 Contexto: Europa (siglos XVII-XVIII) · Contrarreforma · Crisis económica.
🎭 Temas: Desengaño · Muerte · Fugacidad del tiempo.
✍️ Literatura: Soneto · Romance · Silva. 🎶 Música: Ópera · Concierto · Fuga.
🎨 Arte: Claroscuro · Ornamentación · Teatralidad.
🏛️ Arquitectura: Exuberancia · Columnas salomónicas · Cúpulas monumentales.
🇪🇸 En España: Velázquez. Góngora · Quevedo · Lope de Vega.
El Barroco fue un movimiento cultural que se expandió desde Italia hacia toda Europa y las colonias americanas entre los siglos XVII y XVIII. La palabra «barroco» proviene del vocablo portugués «barrôco», que hacía referencia a una perla irregular entre las rocas, símbolo de lo recargado y caprichoso que definió la estética del período. Surgió como una respuesta al clasicismo renacentista, proponiendo un arte más emocional y dramático. En arquitectura, pintura, escultura y música, el estilo barroco se caracteriza por su exuberancia ornamental, su gusto por los contrastes de luces y sombras y su carácter marcadamente teatral.
En el ámbito literario, el Barroco convierte la palabra en un artificio elaborado que busca cautivar y desconcertar al lector. Esta estética, marcada por la complejidad expresiva y el desbordamiento formal, se extiende también a la pintura de Caravaggio y Rubens, la música de Vivaldi y Bach y la arquitectura de Bernini y Borromini. La saturación y el exceso se consolidan como reflejo del caos y la incertidumbre social del momento.
En el contexto español, el Barroco se desarrolla en un panorama de crisis económica, decadencia política y tensiones religiosas derivadas de la Contrarreforma. A diferencia del Renacimiento, el Barroco proyecta una visión más oscura y crítica de la realidad, donde el arte se convierte en un espejo deformante que expone la fugacidad de la vida y el desengaño humano. Los poetas más representativos de este período —Góngora, Quevedo y Lope de Vega— utilizaron formas tradicionales como el soneto y el romance, pero las dotaron de una densidad estilística y un ingenio conceptual inusitados.
‘Las Meninas’ (1656) de Velázquez es un ejemplo paradigmático de la complejidad del Barroco. La obra no solo cuestiona la identidad del sujeto retratado, sino que despliega un juego de espejos y miradas que transforma la escena en una representación teatralizada de la realidad. En esta composición, Velázquez minimiza la figura del rey y la reina, relegándolos a un reflejo borroso, subrayando así la fragilidad del poder y la fugacidad del tiempo.
Biografía

Francisco de Quevedo (1580-1645)
Ingenio mordaz y pluma afilada, Quevedo fue el azote de la corte y el espejo oscuro del Siglo de Oro. Poeta, prosista y enemigo acérrimo de Góngora, encarnó la sátira con una agudeza que aún hoy resuena en las letras castellanas.
📍 Infancia y formación en Madrid
Nació en 1580 en Madrid, en un entorno influyente debido a los altos cargos de sus padres en la corte. Educado en colegios jesuitas y universidades destacadas, adquirió renombre como poeta en Valladolid. Su temprana orfandad acentuó su carácter cínico y su mirada crítica sobre el mundo.
⚔️ Polémicas y duelos literarios
Quevedo cultivó enemistades con igual fervor que versos, destacando su encarnizada lucha con Góngora, a quien atacó con sátiras demoledoras. Además, fue encarcelado varias veces por: • Escribir textos subversivos contra el poder. • Inmiscuirse en intrigas cortesanas. • Mantener correspondencia sospechosa con exiliados.
🏛️ Un cortesano caído en desgracia
En 1613, viajó a Sicilia como secretario de Estado, donde participó en intrigas diplomáticas. Aunque recibió honores, como el hábito de caballero de la Orden de Santiago, enfrentó destierros por acusaciones políticas e incluso fue encarcelado por su oposición a ciertas decisiones gubernamentales. Finalmente, murió el 8 de septiembre de 1645, retirado en un cuarto del Convento de los Dominicos de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real).
📜 Un legado satírico y filosófico
Autor de obras como “Los Sueños” y “La vida del Buscón llamado Don Pablos”, Quevedo dejó un corpus literario tan vasto como incisivo. Algunos críticos le consideran el máximo exponente de la cultura contradictoria del barroco, por su condición de víctima del desengaño personal: desde la más apasionada exaltación, hasta la degradación más grotesca. Su estilo, cargado de conceptismo, sigue siendo una gran referencia en la literatura española.
Dato clave: Su soneto “Miré los muros de la patria mía” es considerado uno de los más impactantes ejemplos del desengaño barroco.
Obra
POETK
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Como Góngora, Quevedo no vio publicada su poesía (875 composiciones) y la corrigió de modo continuo durante toda su vida como la manifestación de su experiencia personal. José Manuel Blecua clasifica su obra lírica, según criterios temáticos:
QUEVEDO Poesía amorosa
Respecto a la poesía amorosa, Quevedo escribe para comprender su propio sentimiento y para ello busca entre los tópicos que le ofrece la tradición. En este sentido, se pueden reconocer hasta cinco tradiciones literarias en sus textos. En primer lugar, escribe según el código vigente del amor cortés, que concibe el amor como servicio al sufrimiento y la adoración. En segundo lugar, el Cancionero de Petrarca, que dibuja a un amante preocupado por analizar su propio estado de ánimo. En tercer lugar, los cancioneros castellanos del siglo XV, que exprimen todos los sentimientos humanos. En cuarto lugar, el neoplatonismo, que subraya la importancia de prescindir del deseo amoroso, en favor de una comunicación puramente intelectual. Y, por último, el estoicismo como fuente de serenidad, con la que podrá mitigar su propia angustia.
El amor (¿?)
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero parasismo;
enfermedad que crece si es curada.
Este es el Niño Amor, este es su abismo:
¡mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
Diario de lectura El amor
Análisis del soneto “El amor” de Francisco de Quevedo
1. Contexto en el poema
Resumen:
Definición del amor como paradoja absoluta a través de 12 oxímoros que exploran su naturaleza contradictoria. El poema culmina con la personificación del Amor como un niño-abismo, síntesis de todas las antítesis.
Clave de lectura:
-
Conceptismo radical: Cada verso es un juego de contrarios que desmonta el ideal neoplatónico.
-
Filosofía barroca: El amor como enfermedad metafísica (mezcla de estoicismo y pesimismo cristiano).
Contexto histórico-literario:
-
Petrarquismo quebrado: Quevedo subvierte la tradición amorosa italianizante (Petrarca, Garcilaso) al eliminar todo rasgo de idealización.
-
Influencias:
-
Séneca: “El amor es una esclavitud voluntaria” (paralelo con “libertad encarcelada”).
-
Santa Teresa: “Vivo sin vivir en mí” (Quevedo seculariza la paradoja mística).
-
-
Intertextos:
-
Sonetos de Petrarca (Oxímoros amorosos, pero sin desengaño).
-
Rimas de Góngora (Menos filosóficos, más sensoriales).
-
Estructura métrica:
-
Soneto clásico (ABBA ABBA CDC DCD) con endecasílabos.
-
Ritmo: Uso de pausas versales (cesuras) y encabalgamientos suaves para imitar el flujo del pensamiento.
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Oxímoros gemelos (estructura binaria):
-
“Hielo abrasador / fuego helado”: Contradicción térmica (amor como tortura física).
-
“Herida que duele y no se siente”: Dolor psicológico vs. anestesia espiritual.
-
-
Dilogías:
-
“Amar solamente ser amado”: Verbo activo/pasivo + sustantivo (amar como acción y estado).
-
-
Metáforas conceptuales:
-
“Libertad encarcelada”: Amor como autoengaño voluntario.
-
“Enfermedad que crece si es curada”: Paradoja médica (el amor se alimenta del rechazo).
-
-
Personificación final:
-
“Éste es el niño Amor, éste es su abismo”: Cupido como depredador inocente (crueldad disfrazada de juego).
-
B. Palabras clave:
-
“Parasismo” (v. 10): Término médico (agonía) + juego con “paroxismo” (clímax doloroso).
-
“Abismo”: Doble sentido: profundidad emocional y vacío existencial.
-
“Contrario de sí mismo”: Definición última del amor como autodestrucción.
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente literario | Transformación en Quevedo | Efecto |
---|---|---|---|
“Hielo abrasador” | Petrarca (“ghiaccio ardente”) | De metáfora sensual a dolor físico | Desidealización |
“Libertad encarcelada” | Séneca (Epístola 47) | De reflexión moral a confesión lírica | Personalización del desengaño |
“Niño Amor… abismo” | Mitología (Cupido) | Dios → monstruo infantil | Satira la tradición clásica |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo filosófico:
-
Juegos de espejos: Cada oxímoron refleja otro (“breve descanso muy cansado” ↔ “libertad encarcelada”).
-
Estructura circular: El poema empieza y termina con la no-definición del amor.
B. Símbolos centrales:
-
El fuego y el hielo:
-
Alquimia fallida: El amor no sublima, corrompe (vs. alquimia espiritual petrarquista).
-
-
La herida invisible:
-
Síntoma barroco: Dolor interno que no se manifiesta (como la decadencia de España).
-
-
La enfermedad:
-
Amor como peste: Contagio social (cf. “La peste del amor” en otros poemas de Quevedo).
-
5. Claves filosóficas
-
Estoicismo desengañado:
-
El amor es pasión irracional (Séneca), pero Quevedo añade: inevitable.
-
-
Influencia agustiniana:
-
“Amar ser amado” = egoísmo disfrazado (cf. Confesiones: “Amor meus, pondus meum”).
-
-
Barroco existencial:
-
El amor como espejo de la condición humana (contradicción pura).
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Analítico (primeros 11 versos) → Dramático (último terceto).
-
-
Voz poética:
-
Médico espiritual que diagnostica al amor, pero no lo cura.
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un espejo quebrado donde cada fragmento refleja una paradoja distinta, y Cupido se ríe entre los cristales.
Interpretación:
Quevedo desmonta el amor petrarquista (sufrimiento hermoso) para mostrar su núcleo absurdo. El soneto es un laberinto conceptual sin salida, donde el lector queda atrapado como el poeta.
Conclusión:
Este poema condensa la esencia del Barroco: forma perfecta (soneto) + contenido caótico (amor como locura). Quevedo no define el amor: lo despedaza.
Amor constante más allá de la muerte (¿?)
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevare el blanco día;
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;
mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa:
Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Diario de lectura Amor constante más allá de la muerte
Análisis del soneto “Amor constante más allá de la muerte” de Francisco de Quevedo
1. Contexto en el poema
Resumen:
Declaración de amor que trasciende la muerte física, utilizando paradojas barrocas para unir eros y thanatos. El poema culmina con el célebre verso “polvo serán, mas polvo enamorado”, síntesis del amor como fuerza metafísica.
Clave de lectura:
-
Neoplatonismo quebrado: Idealiza el amor, pero lo arraiga en la decadencia corporal (cenizas, polvo).
-
Barroco existencial: Combina petrarquismo (amor ideal) con estoicismo (aceptación de la muerte).
Contexto histórico-literario:
-
España del siglo XVII: Crisis espiritual (contradicción entre fe católica y desengaño barroco).
-
Influencias:
-
Petrarca: Idealización amorosa (Canzoniere).
-
Séneca: “El amor vence a la muerte” (Epístola 47).
-
Mística cristiana: Fusión de amor humano/divino (Santa Teresa).
-
-
Intertextos:
-
Sonetos de Garcilaso (amor pastoral vs. amor metafísico en Quevedo).
-
Rimas de Góngora (amor sensorial vs. amor conceptual).
-
Estructura métrica:
-
Soneto clásico (ABBA ABBA CDC DCD) con endecasílabos.
-
Ritmo:
-
Encabalgamientos suaves (vv. 3-4: “esta alma mía / hora a su afán…”) → fluidez del pensamiento.
-
Cesuras marcadas (v. 1: “Cerrar podrá mis ojos”) → solemnidad fúnebre.
-
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Paradojas temporales:
-
“Hora lisonjera” (v. 4): La muerte como liberación engañosa.
-
“Nadar sabe mi llama el agua fría” (v. 7): Alma = fuego que desafía lo líquido (elementos contrarios).
-
-
Metáforas alquímicas:
-
“Venias que humor a tanto fuego han dado” (v. 10): Sangre = combustible amoroso.
-
“Médulas que han gloriosamente ardido” (v. 11): Médula ósea = último reducto de pasión.
-
-
Antítesis barrocas:
-
“Cerrar ojos” (muerte) vs. “polvo enamorado” (vida eterna).
-
“Prisión” (v. 9) vs. “libertad” (implícita en el amor).
-
-
Hipérbaton:
-
“Alma a quien todo un dios prisión ha sido” (v. 9): Inversión que enfatiza la esclavitud voluntaria.
-
B. Palabras clave:
-
“Postrera sombra”: Muerte como última luz (no oscuridad).
-
“Ley severa”: Destino inexorable (vs. rebeldía del amor).
-
“Polvo enamorado”: Oxímoron final (materia corrupta + espíritu eterno).
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente literario | Transformación en Quevedo | Efecto |
---|---|---|---|
“Cerrar podrá mis ojos” | Petrarca (“Chiudesti li occhi”) | De gesto íntimo a acto metafísico | Universalización |
“Polvo enamorado” | Manrique (“Polvo serán”) | De resignación a triunfo amoroso | Subversión del memento mori |
“Alma prisión de un dios” | Mística (San Juan de la Cruz) | Dios = Cupido (no Cristo) | Secularización del éxtasis |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo trascendente:
-
Juegos de opuestos: “Ceniza con sentido” (v. 13) → materia + espíritu.
-
Densidad semántica: “Desotra parte en la ribera” (v. 5) = más allá de la muerte (sin mencionar “infierno” o “cielo”).
B. Símbolos centrales:
-
El agua y el fuego:
-
Alquimia imposible: El amor (fuego) sobrevive en la muerte (agua).
-
-
El polvo:
-
Génesis 3:19 (“Polvo eres y en polvo te convertirás”) → Quevedo añade: “…pero enamorado”.
-
-
La prisión:
-
Amor como cárcel divina (Cupido como carcelero).
-
5. Claves filosóficas
-
Estoicismo cristianizado:
-
Aceptación de la muerte (amor fati) + esperanza en la pervivencia amorosa.
-
-
Influencia agustiniana:
-
“Ama y haz lo que quieras” (Confesiones) → El amor justifica la rebelión contra la muerte.
-
-
Barroco científico:
-
Médulas que arden: Alusión a la teoría humoral (amor como enfermedad/éxtasis).
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Elegíaco (1er cuarteto) → Triunfal (último verso).
-
-
Voz poética:
-
Amante (1a persona) → Testigo (3a persona: “serán ceniza”).
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un esqueleto abrazando un corazón en llamas, rodeado de polvo dorado.
Interpretación:
Quevedo convierte el memento mori en memento amare: la muerte no aniquila, sino que purifica el amor. El soneto es una bula poética contra la fugacidad.
Conclusión:
Este poema condensa la esencia del Barroco: forma perfecta (soneto) + contenido revolucionario (amor > muerte). Quevedo no niega la muerte: la desafia con versos.
QUEVEDO Poesía metafísica
Quevedo conecta con el espíritu erasmista y la reforma religiosa en sus viajes por Italia y Francia, al servicio del duque de Osuna, que representó en su poesía metafísica. En esta filosofía, el hombre se enfrenta ante la angustia de la muerte e intenta comprender los términos de esa terrible realidad. Así descubre que vivir es morir y que la vida del hombre es en sí misma la imagen anticipada de la muerte. La vida, el tiempo y la muerte son los tres vértices temáticos de estas producciones, que le permiten plasmar con claridad las contradicciones angustiosas que atormentan al poeta. Destaca la ‘Epístola satírica y censoria contra las costumbres de los castellanos’ en la que expresa su confianza en el poder regenerador del conde-duque de Olivares.
Epístola satírica y censoria contra las costumbres presentes de los castellanos, escrita a don Gaspar de Guzmán, conde de Olivares, en su valimiento (¿?)
No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Hoy, sin miedo que, libre, escandalice,
puede hablar el ingenio, asegurado
de que mayor poder le atemorice.
En otros siglos pudo ser pecado
severo estudio y la verdad desnuda,
y romper el silencio el bien hablado.
Pues sepa quien lo niega, y quien lo duda,
que es lengua la verdad de Dios severo,
y la lengua de Dios nunca fue muda.
Son la verdad y Dios, Dios verdadero,
ni eternidad divina los separa,
ni de los dos alguno fue primero.
Si Dios a la verdad se adelantara,
siendo verdad, implicación hubiera
en ser, y en que verdad de ser dejara.
La justicia de Dios es verdadera,
y la misericordia, y todo cuanto
es Dios, todo ha de ser verdad entera.
Señor Excelentísimo, mi llanto
ya no consiente márgenes ni orillas:
inundación será la de mi canto.
Ya sumergirse miro mis mejillas,
la vista por dos urnas derramada
sobre las aras de las dos Castillas.
Yace aquella virtud desaliñada,
que fue, si rica menos, más temida,
en vanidad y en sueño sepultada.
Y aquella libertad esclarecida,
que en donde supo hallar honrada muerte,
nunca quiso tener más larga vida.
Y pródiga de l’alma, nación fuerte,
contaba, por afrentas de los años,
envejecer en brazos de la suerte.
Del tiempo el ocio torpe, y los engaños
del paso de las horas y del día,
reputaban los nuestros por extraños.
Nadie contaba cuánta edad vivía,
sino de qué manera: ni aun un’hora
lograba sin afán su valentía.
La robusta virtud era señora,
y sola dominaba al pueblo rudo;
edad, si mal hablada, vencedora.
El temor de la mano daba escudo
al corazón, que, en ella confiado,
todas las armas despreció desnudo.
Multiplicó en escuadras un soldado
su honor precioso, su ánimo valiente,
de sola honesta obligación armado.
Y debajo del cielo, aquella gente,
si no a más descansado, a más honroso
sueño entregó los ojos, no la mente.
Hilaba la mujer para su esposo
la mortaja, primero que el vestido;
menos le vio galán que peligroso.
Acompañaba el lado del marido
más veces en la hueste que en la cama;
sano le aventuró, vengóle herido.
Todas matronas, y ninguna dama:
que nombres del halago cortesano
no admitió lo severo de su fama.
Derramado y sonoro el Oceano
era divorcio de las rubias minas
que usurparon la paz del pecho humano.
Ni los trujo costumbres peregrinas
el áspero dinero, ni el Oriente
compró la honestidad con piedras finas.
Joya fue la virtud pura y ardiente;
gala el merecimiento y alabanza;
sólo se cudiciaba lo decente.
No de la pluma dependió la lanza,
ni el cántabro con cajas y tinteros
hizo el campo heredad, sino matanza.
Y España, con legítimos dineros,
no mendigando el crédito a Liguria,
más quiso los turbantes que los ceros.
Menos fuera la pérdida y la injuria,
si se volvieran Muzas los asientos;
que esta usura es peor que aquella furia.
Caducaban las aves en los vientos,
y expiraba decrépito el venado:
grande vejez duró en los elementos.
Que el vientre entonces bien diciplinado
buscó satisfación, y no hartura,
y estaba la garganta sin pecado.
Del mayor infanzón de aquella pura
república de grandes hombres, era
una vaca sustento y armadura.
No había venido al gusto lisonjera
la pimienta arrugada, ni del clavo
la adulación fragrante forastera.
Carnero y vaca fue principio y cabo,
Y con rojos pimientos, y ajos duros,
tan bien como el señor, comió el esclavo.
Bebió la sed los arroyuelos puros;
de pués mostraron del carchesio a Baco
el camino los brindis mal seguros.
El rostro macilento, el cuerpo flaco
eran recuerdo del trabajo honroso,
y honra y provecho andaban en un saco.
Pudo sin miedo un español velloso
llamar a los tudescos bacchanales,
y al holandés, hereje y alevoso.
Pudo acusar los celos desiguales
a la Italia; pero hoy, de muchos modos,
somos copias, si son originales.
Las descendencias gastan muchos godos,
todos blasonan, nadie los imita:
y no son sucesores, sino apodos.
Vino el betún precioso que vomita
la ballena, o la espuma de las olas,
que el vicio, no el olor, nos acredita.
Y quedaron las huestes españolas
bien perfumadas, pero mal regidas,
y alhajas las que fueron pieles solas.
Estaban las hazañas mal vestidas,
y aún no se hartaba de buriel y lana
la vanidad de fembras presumidas.
A la seda pomposa siciliana,
que manchó ardiente múrice, el romano
y el oro hicieron áspera y tirana.
Nunca al duro español supo el gusano
persuadir que vistiese su mortaja,
intercediendo el Can por el verano.
Hoy desprecia el honor al que trabaja,
y entonces fue el trabajo ejecutoria,
y el vicio gradüó la gente baja.
Pretende el alentado joven gloria
por dejar la vacada sin marido,
y de Ceres ofende la memoria.
Un animal a la labor nacido,
y símbolo celoso a los mortales,
que a Jove fue disfraz, y fue vestido;
que un tiempo endureció manos reales,
y detrás de él los cónsules gimieron,
y rumia luz en campos celestiales,
¿por cuál enemistad se persuadieron
a que su apocamiento fuese hazaña,
y a las mieses tan grande ofensa hicieron?
¡Qué cosa es ver un infanzón de España
abreviado en la silla a la jineta,
y gastar un caballo en una caña!
Que la niñez al gallo le acometa
con semejante munición apruebo;
mas no la edad madura y la perfeta.
Ejercite sus fuerzas el mancebo
en frentes de escuadrones; no en la frente
del útil bruto l’asta del acebo.
El trompeta le llame diligente,
dando fuerza de ley el viento vano,
y al son esté el ejército obediente.
¡Con cuánta majestad llena la mano
la pica, y el mosquete carga el hombro,
del que se atreve a ser buen castellano!
Con asco, entre las otras gentes, nombro
al que de su persona, sin decoro,
más quiere nota dar, que dar asombro.
Jineta y cañas son contagio moro;
restitúyanse justas y torneos,
y hagan paces las capas con el toro.
Pasadnos vos de juegos a trofeos,
que sólo grande rey y buen privado
pueden ejecutar estos deseos.
Vos, que hacéis repetir siglo pasado,
con desembarazarnos las personas
y sacar a los miembros de cuidado;
vos distes libertad con las valonas,
para que sean corteses las cabezas,
desnudando el enfado a las coronas.
Y pues vos enmendastes las cortezas,
dad a la mejor parte medicina:
vuélvanse los tablados fortalezas.
Que la cortés estrella, que os inclina
a privar sin intento y sin venganza,
milagro que a la invidia desatina,
tiene por sola bienaventuranza
el reconocimiento temeroso,
no presumida y ciega confianza.
Y si os dio el ascendiente generoso
escudos, de armas y blasones llenos,
y por timbre el martirio glorïoso,
mejores sean por vos los que eran buenos
Guzmanes, y la cumbre desdeñosa
os muestre, a su pesar, campos serenos.
Lograd, señor, edad tan venturosa;
y cuando nuestras fuerzas examina
persecución unida y belicosa,
la militar valiente disciplina
tenga más platicantes que la plaza:
descansen tela falsa y tela fina.
Suceda a la marlota la coraza,
y si el Corpus con danzas no los pide,
velillos y oropel no hagan baza.
El que en treinta lacayos los divide,
hace suerte en el toro, y con un dedo
la hace en él la vara que los mide.
Mandadlo así, que aseguraros puedo
que habéis de restaurar más que Pelayo;
pues valdrá por ejércitos el miedo,
y os verá el cielo administrar su rayo.
Diario de lectura Epístola satírica y censoria contra las costumbres presentes de los castellanos, escrita a don Gaspar de Guzmán, conde de Olivares, en su valimiento
Análisis de la Epístola satírica y censoria de Francisco de Quevedo
1. Contexto en el poema
Resumen:
Obra maestra de la sátira política barroca, donde Quevedo denuncia la decadencia moral y militar de España bajo el gobierno del Conde-Duque de Olivares. Combina la tradición de la epístola horaciana con el conceptismo agresivo, usando la mitología, la historia y la Biblia como armas retóricas.
Clave de lectura:
-
Sátira menipea: Fusión de prosa y verso, filosofía y burla, siguiendo a Luciano de Samósata.
-
Autocrítica nacional: España como paciente que necesita una cura de humildad y hierro.
Contexto histórico-literario:
-
España de Felipe IV (1621-1665): Crisis económica, guerras perdidas (Flandes, Rocroi) y corrupción en la corte.
-
Género:
-
Epístola: Formalmente dirigida a Olivares, pero destinada a la circulación clandestina.
-
Discurso de reforma moral: Inspirado en Séneca (De clementia) y en la Biblia (Libro de los Salmos).
-
-
Intertextos:
-
Sueños (Quevedo): Mismo tono de denuncia social.
-
Arte de ingenio (Baltasar Gracián): Uso del conceptismo como arma política.
-
Estructura métrica:
-
Tercetos encadenados (ABA BCB CDC…) con endecasílabos.
-
Ritmo:
-
Hipérbatos violentos (v. 3: “Me representes o silencio o miedo”) → represión.
-
Encabalgamientos abruptos (vv. 7-8: “Puede hablar el ingenio, asegurado / De que mayor poder le atemorice”) → ironía.
-
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Ironía trágica:
-
“Hoy sin miedo que libre escandalice” (v. 7): Olivares censuraba críticas, pero Quevedo escribe igual.
-
“Son la verdad y Dios, Dios verdadero” (v. 6): Usa la teología para justificar su rebeldía.
-
-
Metáforas médicas:
-
“Inundación será la de mi canto” (v. 9): La poesía como sangría purificadora.
-
“Vuélvanse los tablados fortalezas” (v. 59): Teatro → guerra (crítica a la frivolidad).
-
-
Antítesis históricas:
-
“Yace aquella virtud desaliñada / Que fue, si menos rica, más temida” (vv. 11-12): Pasado glorioso vs. presente corrupto.
-
-
Hipérbole grotesca:
-
“Multiplicó en escuadras un soldado” (v. 18): Un héroe antiguo valía por un ejército.
-
B. Palabras clave:
-
“Silencio” (v. 3): Censura del valido.
-
“Infanzón” (v. 49): Nobleza militar degradada (juega a cañas en vez de guerrear).
-
“Pelayo” (v. 68): Mito fundacional vs. Olivares (¿restaurador o destructor?).
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente | Transformación en Quevedo | Efecto |
---|---|---|---|
“No he de callar” | Salmo 39: “Cállate, pecador” | De sumisión religiosa a rebeldía política | Secularización profética |
“Polvo enamorado” (vs. 25) | Amor constante… | De ideal lírico a crítica social | Desengaño barroco |
“Guzmanes” (v. 63) | Linaje de Olivares | Elogio envenenado: ¿virtud o nepotismo? | Ironía política |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo político:
-
Dilogías: “Lograd, señor, edad tan venturosa” (v. 64): “Lograd” = alcanzar / explotar.
-
Juegos de posesión: “Tu hacienda soy” (v. 9) → España como propiedad de Dios (no del rey).
B. Símbolos centrales:
-
Las dos Castillas (v. 10):
-
Sepulcro de la España antigua (unidad perdida).
-
-
La marlota vs. la coraza (v. 66):
-
Ropa morisca (debilidad) vs. armadura cristiana (virtud).
-
-
El toro (vv. 45-55):
-
Castración de España (juegos de cañas vs. guerras).
-
5. Claves filosófico-políticas
-
Neoestoicismo:
-
“Edad, si mal hablada, vencedora” (v. 16): Virtud > fama.
-
-
Teología política:
-
“La lengua de Dios nunca fue muda” (v. 5): El poeta como profeta laico.
-
-
Antimaquiavelismo:
-
Crítica a la razón de Estado (Olivares) vs. ética cristiana.
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Profético (1-8) → Elegíaco (9-55) → Incitador (56-68).
-
-
Voz poética:
-
Médico de España (diagnostica + receta).
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un cadáver vestido de seda (España) al que Quevedo intenta revivir con versos-espada.
Interpretación:
Más que una epístola, es un manifiesto: combina el Ubi sunt? medieval (“¿dónde están las virtudes de antes?”) con la sátira lucianesca. Quevedo no pide reformas, sino una revolución moral.
Conclusión:
Este poema es la autopsia del Imperio español. Quevedo escribe con rabia, pero también con dolor de patriota. Su fracaso (fue encarcelado por Olivares) lo convierte en un héroe trágico de la libertad de expresión.
Anexo: Claves para entender la crítica a Olivares
Verso | Crítica velada | Símbolo |
---|---|---|
“Vos disteis libertad con las valonas” (v. 58) | Reformas superficiales (moda vs. ejército) | Ropa ancha ≠ libertad |
“Hagan paces las capas con el toro” (v. 55) | Fiestas populares vs. defensa nacional | Toro = España castrada |
“Más quiso los turbantes que los ceros” (v. 27) | Derrota ante turcos + bancarrotas | Guerra vs. economía |
Desde la torre (¿?)
Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos.
Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
o enmiendan, o fecundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos
al sueño de la vida hablan despiertos.
Las grandes almas que la muerte ausenta,
de injurias de los años, vengadora,
libra, ¡oh gran don Josef!, docta la emprenta.
En fuga irrevocable huye la hora;
pero aquella el mejor cálculo cuenta
que en la lección y estudios nos mejora.
Diario de lectura Desde la torre
Análisis del soneto “Retirado en la paz destos desiertos” de Francisco de Quevedo
1. Contexto en el poema
Resumen:
Meditación sobre el retiro espiritual donde la lectura (diálogo con “difuntos”) se convierte en refugio contra la fugacidad del tiempo. El poema combina estoicismo senequista con una defensa de la imprenta como herramienta de inmortalidad.
Clave de lectura:
-
Autobiografía intelectual: Escrito durante el destierro de Quevedo en Torre de Juan Abad (1634-1637).
-
Filosofía práctica: Lectura como ejercicio espiritual (inspirado en Séneca: Epístolas a Lucilio).
Contexto histórico-literario:
-
España del siglo XVII: Crisis política (caída de Olivares) + auge de la imprenta.
-
Género:
-
Soneto moral: Fusión de lírica y filosofía (similar a Heráclito cristiano).
-
Elogio de la lectura: Tradición que va de Petrarca a Montaigne.
-
-
Intertextos:
-
Epístola 2 de Séneca: “Lee siempre libros autorizados”.
-
Georgicas (Virgilio): “Fugit irreparabile tempus” (v. 12).
-
Estructura métrica:
-
Soneto clásico (ABBA ABBA CDC DCD) con endecasílabos.
-
Ritmo:
-
Hipérbatos solemnes (v. 3: “vivo en conversación con los difuntos”).
-
Encabalgamientos suaves (vv. 7-8): Imitan el fluir del pensamiento.
-
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Sinestesia metafísica:
-
“Escucho con mis ojos a los muertos” (v. 4): Lectura como medium entre vivos y muertos.
-
-
Metáforas musicales:
-
“Músicos callados contrapuntos” (v. 7): Libros = partituras silenciosas.
-
-
Oxímoron estoico:
-
“Al sueño de la vida hablan despiertos” (v. 8): Vida = vigilia onírica.
-
-
Personificación tecnológica:
-
“Docta la imprenta” (v. 11): Máquina como vengadora del tiempo.
-
B. Palabras clave:
-
“Desiertos” (v. 1): Soledad elegida (eremitorio intelectual).
-
“Contrapuntos” (v. 7): Polifonía de saberes (música + filosofía).
-
“Cálculo” (v. 13): Piedrecilla blanca romana (día afortunado = hora de lectura).
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente filosófico/literario | Transformación quevediana | Efecto |
---|---|---|---|
“Conversación con los difuntos” | Séneca (Epístola 84) | De diálogo moral a experiencia sensorial | Modernización del estoicismo |
“Fugit irrevocable huye la hora” | Virgilio (Georgicas III) | Tempus fugit aplicado a la lectura | Humanización del tópico |
“Docta la imprenta” | Elogio renacentista de Gutenberg | Tecnología como redentora | Barroco científico |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo trascendente:
-
Juegos de temporalidad: “Sueño de la vida” (v. 8) vs. “hablan despiertos” (libros como testigos eternos).
-
Densidad semántica: “Doctos libros juntos” (v. 2) = comunidad intelectual (aunque sean pocos).
B. Símbolos centrales:
-
La torre:
-
Fortaleza espiritual (vs. prisión política real de Quevedo en 1639).
-
-
Los difuntos:
-
Autores clásicos (Séneca, Virgilio) como consejeros vivos.
-
-
La imprenta:
-
Arma contra el olvido (paralelo a la Biblioteca de Borges).
-
5. Claves filosóficas
-
Estoicismo cristianizado:
-
Lectura como askesis (ejercicio de perfeccionamiento moral).
-
-
Teoría de las correspondencias:
-
Libros = espejos del macrocosmos (microcosmos humano).
-
-
Antropología barroca:
-
Hombre = lector en un libro escrito por Dios (cf. Gracias y desgracias del ojo del culo).
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Meditativo (cuartetos) → Exhortativo (tercetos).
-
-
Voz poética:
-
Eremita urbano (sabiduría + ironía: “pocos pero doctos libros”).
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un reloj de arena cuyos granos son libros, mientras una mano escribe en el aire.
Interpretación:
Quevedo convierte el soneto en un dispositivo mnemotécnico: la poesía fija lo que el tiempo borra. La paradoja es que este poema -escrito para ser impreso- celebra la imprenta que lo preservará.
Conclusión:
Este soneto condensa la esencia del Barroco intelectual: forma clásica (soneto) + contenido revolucionario (defensa de la tecnología). Quevedo anticipa a Borges: el libro salva al hombre de ser un mero sueño del tiempo.
Represéntase la brevedad de lo que se vive y cuán nada parece lo que se vivió (¿?)
¡Ah de la vida!… ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido,
las horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue y un será y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
Diario de lectura Represéntase la brevedad de lo que se vive y cuán nada parece lo que se vivió
Análisis del soneto “¡Ah de la vida…!” de Francisco de Quevedo
La fugacidad y el desengaño existencial barroco
1. Contexto en el poema
Resumen:
El soneto es un lamento existencial sobre la fugacidad de la vida, donde el yo poético interpela a la vida misma como una fuerza engañosa y dolorosa. Combina el topos del tempus fugit con la angustia barroca ante la muerte y la vanidad de los deseos humanos.
Transición temática:
De la reflexión general sobre el tiempo (“¡Ah de la vida!“) se pasa a la experiencia personal del desengaño (“Vivo sin vivir en mí“), culminando en una paradoja que recuerda a la mística (“Deseo que muero porque no muero“).
Contexto histórico-literario:
-
Escrito en el Siglo de Oro español (s. XVII), época de crisis política y decadencia del Imperio, lo que refuerza el pesimismo barroco.
-
Pertenece a la lírica metafísica de Quevedo, influida por el estoicismo senequista y la teología cristiana (San Agustín, Santa Teresa).
-
Relación con otros poemas: Comparte motivos con “Miré los muros de la patria mía” (ruina física = ruina moral) y “Cerrar podrá mis ojos” (muerte como liberación).
Estructura métrica y ritmo:
-
Forma: Soneto clásico (ABBA ABBA CDC DCD) con endecasílabos.
-
Ritmo: Uso de encabalgamientos abruptos (“en mi pensamiento / se representa aquel momento“) que imitan la angustia y la fragmentación del tiempo.
-
Pausas versales: Cesuras marcadas (ej: “Reloj, no marques las horas“) para subrayar la súplica desesperada.
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Hipérbaton (alteración del orden sintáctico):
-
“¡Ah de la vida! ¡Oh, cuánto espanto / en mi pensamiento!” → El desorden refleja caos emocional.
-
-
Metáforas del tiempo:
-
“Reloj“: Símbolo del tiempo implacable (vs. el reloj detenido en Góngora).
-
“Arena en las manos“: Alusión al tópico clásico (“hourglass”) de la fugacidad.
-
-
Paradojas conceptistas:
-
“Vivo sin vivir en mí” (influencia de Santa Teresa, pero secularizada: aquí es tortura, no éxtasis).
-
“Deseo que muero porque no muero“: Contradicción entre ansia de liberación y miedo a la nada.
-
-
Antítesis barrocas:
-
Vida vs. muerte (“¿Quién me prestó este aliento / que no ha de ser sino un momento?”).
-
Esperanza vs. desesperación (“No me condenes a vivir, ¡oh vida!, / si me has de dar la muerte en cada herida”).
-
-
Apóstrofe y tono dramático:
-
La vida es interpelada como un juez cruel (“¡Ah de la vida!”), creando un diálogo patético.
-
B. Palabras clave:
-
“Espanto”: Miedo existencial (vs. el “asombro” renacentista).
-
“Momento”: Énfasis en la brevedad (contraste con la eternidad divina).
-
“Condenar”: Vida como prisión (influencia de Séneca: “Vivere militare est”).
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente | Transformación en Quevedo | Efecto |
---|---|---|---|
“¡Ah de la vida!“ | Carpe diem horaciano | De goce pagano a lamento cristiano | Desengaño |
“Vivo sin vivir en mí“ | Santa Teresa (“Vivo sin vivir en mí”) | Mística → angustia existencial | Seculariza el éxtasis |
“Reloj, no marques…“ | Tempus fugit (Ovidio) | Tiempo como verdugo (no solo fugaz) | Dramatismo |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo:
-
Juegos de palabras: “Vivo” (existencia biológica) vs. “vivir” (plenitud).
-
Densidad semántica: Cada verso condensa múltiples sentidos (ej: “aliento” = vida física / alma / soplo divino).
B. Símbolos centrales:
-
El reloj:
-
En Quevedo: Máquina de tortura (vs. el reloj como orden cósmico en el Renacimiento).
-
-
La vida como cárcel:
-
Influencia de Séneca (Epístolas a Lucilio): La existencia es una prisión que solo la muerte libera.
-
-
El alma prisionera:
-
Dualismo platónico: cuerpo = cárcel (“Fedón”), pero aquí sin esperanza de trascendencia.
-
5. Claves filosóficas y religiosas
-
Memento mori barroco:
-
La muerte no es solo fin, sino recordatorio de la vanidad (Ecclesiastés 1:2).
-
-
Influencia estoica:
-
Aceptación de lo inevitable (“Amor fati”), pero con rabia (vs. la serenidad senequista).
-
-
Crisis de la escolástica:
-
Dudas sobre la inmortalidad del alma (¿”polvo enamorado” o nada?).
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Dramático (exclamaciones, apóstrofes).
-
Íntimo (confesión desgarrada, no sermón moral).
-
-
Antítesis estructural:
-
1er cuarteto: Invocación a la vida.
-
2do cuarteto: Desesperación personal.
-
Tercetos: Paradoja final (muerte como liberación/imposibilidad).
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un hombre frente a un reloj, con arena escapándosele entre los dedos, mientras clama a un cielo vacío.
Interpretación:
Quevedo lleva el ubi sunt? barroco a su extremo: no hay consuelo en Dios, ni en el amor, ni en la razón. El poema es un grito existencial que anticipa a Kierkegaard o Unamuno. La vida es tiempo que agoniza, y el poeta, su víctima consciente.
Conclusión:
Este soneto condensa la esencia del Barroco español: pesimismo, complejidad retórica y lucha entre fe y razón. Quevedo no solo hereda a los clásicos, sino que los supera en profundidad psicológica.
“¡Ah de la vida…!” no es solo una elegía a la fugacidad del tiempo, sino una confesión íntima de la lucha entre el deseo de vivir y la conciencia de la muerte inevitable. Quevedo convierte la meditación barroca en un grito desgarrador de la condición humana: atrapada entre el anhelo de eternidad y la certeza del fin. Así, el poema se erige como un testimonio profundo del desengaño y la melancolía barroca, en el que la vida es cárcel y el tiempo verdugo inexorable.
Enseña cómo todas las cosas avisan de la muerte. (¿?)
Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.
Salime al campo; vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó su luz al día.
“Entré en mi casa; vi que, amancillada,
de anciana habitación era despojos; / mi báculo, más corvo y menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.
Diario de lectura Enseña cómo todas las cosas avisan de la muerte
Análisis del soneto “Miré los muros de la patria mía” de Francisco de Quevedo
Texto en construcción…
1. Contexto en el poema
Resumen:
El soneto es una meditación barroca sobre la decadencia, donde la ruina física (muros, espada, casa) simboliza el colapso moral de España y la fugacidad de la vida humana. El yo poético, en primera persona, constata que todo es “recuerdo de la muerte”, fusionando lo político con lo existencial.
Transición temática:
-
Cuartetos: Decadencia colectiva (patria → naturaleza).
-
Tercetos: Decadencia personal (casa → cuerpo).
Contexto histórico-literario:
-
España en el siglo XVII: Crisis del Imperio (derrotas militares, inflación, pestes). Quevedo, testigo de ello, traslada al poema la melancolía de una “edad cansada”.
-
Influencias filosóficas:
-
Estoicismo (Séneca): La ruina como destino inevitable.
-
Cristianismo: Vanitas vanitatum (Eclesiastés).
-
-
Relación con otros poemas:
-
“¡Ah de la vida!”: Mismo tono de desengaño, pero aquí la muerte es colectiva (no solo individual).
-
“A Roma sepultada”: Diálogo con la tradición de ruinas (Roma como espejo de España).
-
Estructura métrica y ritmo:
-
Forma: Soneto clásico (ABBA ABBA CDC DCD).
-
Encabalgamientos: Versos 3-4 (“cansados / por quien caduca…“) imitan el derrumbe físico y moral.
-
Ritmo: Pausas marcadas (cesuras) y aliteraciones en *-r* (ruina, desmoronados, arroyos) que sugieren erosión.
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Metáforas de la decadencia:
-
“Muros de la patria”: España como cuerpo enfermo (polisemia: muralla física / frontera moral).
-
“Báculo más corvo”: Vejez del poeta (¿o crítica a la corrupción eclesiástica?).
-
-
Personificaciones:
-
“El sol bebía / los arroyos”: La naturaleza como depredadora (sol = tiempo que devora).
-
“Ganados quejosos”: Animales como víctimas del declive (¿alusión al pueblo español?).
-
-
Antítesis barrocas:
-
“Fuertes” vs. “desmoronados”.
-
“Luz” vs. “sombras” (juego culterano de claroscuro).
-
-
Hipérbaton:
-
“De la carrera de la edad cansados”: Inversión que enfatiza el agotamiento histórico.
-
B. Palabras clave:
-
“Caduca”: Doble sentido: decae / pierde valor (como moneda inflacionaria).
-
“Amancillada”: Mancha moral (¿pecado? ¿corrupción?).
-
“Recuerdo de la muerte”: Memento mori visual (todo es vanitas).
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente | Transformación en Quevedo | Efecto |
---|---|---|---|
“Miré los muros…” | A Roma sepultada (Luis de Góngora) | De ruina clásica a decadencia nacional | Patriotismo desgarrado |
“Que con sombras hurtó su luz al día” | Luz del día (Fray Luis de León) | Luz como engaño (no divinidad) | Pesimismo barroco |
“Recuerdo de la muerte” | “Polvo serán…” (Manrique) | Muerte como presencia activa (no solo fin) | Angustia existencial |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo:
-
Densidad semántica: “Báculo más corvo” (¿vejez? ¿sexo? ¿poder clerical?).
-
Paradoja: La patria “caduca” pero su ruina es eterna (como Roma).
B. Símbolos centrales:
-
Los muros:
-
Literal: Fortificaciones de ciudades españolas en abandono.
-
Simbólico: Límites del Imperio y la fe (¿crisis de la Contrarreforma?).
-
-
El sol:
-
Tradicionalmente símbolo de poder (rey, Dios), aquí es destructor.
-
-
La espada:
-
Falocentrismo quebrado: Ironía sobre la virilidad nacional (¿parodia del Espadón político?).
-
5. Claves filosóficas e históricas
-
Vanitas barroca:
-
Todo cae (muros, casa, cuerpo), pero la muerte permanece.
-
-
Influencia de Séneca:
-
“Lo que fue fuerte, cae” (De Brevitate Vitae), pero Quevedo añade rabia (no resignación).
-
-
Crisis del siglo XVII:
-
Espada “vencida”: Derrota de Rocroi (1643, fin de la hegemonía militar).
-
Báculo “corvo”: Crítica velada a la Iglesia corrupta.
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Elegíaco (lamento por la patria).
-
Íntimo (confesión de impotencia: “sentí mi espada“).
-
-
Estructura circular:
-
Empieza y termina con mirada (“Miré” → “no hallé cosa en que poner los ojos“).
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un caballero anciano (Quevedo) contempla ruinas bajo un sol devorador, mientras su espada yace inútil.
Interpretación:
El poema es un retrato alucinado de España: de Imperio donde no se ponía el sol a territorio de sombras. La muerte no es solo fin, sino testigo de la historia.
Clave moderna:
Quevedo anticipa el existencialismo (Unamuno, Cernuda): la decadencia no es solo política, sino condición humana.
Anexo: Comparación con “¡Ah de la vida!”
Aspecto | “¡Ah de la vida!” | “Miré los muros…” |
---|---|---|
Tema central | Fugacidad individual | Decadencia colectiva |
Símbolo clave | Reloj (tiempo) | Muros (espacio) |
Intertexto | Mística (Santa Teresa) | Historia (Roma, Séneca) |
Tono | Desesperación íntima | Melancolía patriótica |
QUEVEDO Poesía religiosa
A su vez, también escribió unos 50 poemas religiosos: formulaciones en las que demuestra su perfecto conocimiento de los asuntos bíblicos y le permiten una teorización continua. Pero esa frialdad es solo una apariencia intelectual, como se ve en ‘Heráclito cristiano’, un conjunto de 28 poemas surgido de una grave crisis personal. Se revela así una exposición clara y directa, desnuda de artificio, donde lo conceptual se desarrolla a partir de la metáfora.
Pide a Dios le dé lo que le conviene, con sospecha de sus propios deseos (¿?)
SALMO I
Un nuevo corazón, un hombre nuevo
ha menester, Señor, la ánima mía:
desnúdame de mí, que ser podría
que a tu piedad pagase lo que debo.
Dudosos pies por ciega noche llevo,
que ya he llegado a aborrecer el día,
y temo que hallaré la muerte fría
envuelta en (bien que dulce) mortal Cebo.
Tu hacienda soy, tu imagen, Padre, he sido,
y si no es tu interés en mí, no creo
que otra cosa defiende mí partido.
Haz lo que pide verme cual me veo,
no lo que pido yo: pues de perdido,
recato mi salud de mi deseo.
Diario de lectura Pide a Dios le dé lo que le conviene, con sospecha de sus propios deseos
Análisis del Salmo I de Francisco de Quevedo
1. Contexto en el poema
Resumen:
Oración poética que expresa la tensión entre la voluntad humana y la divina, donde el yo lírico suplica a Dios que le conceda lo que necesita (aunque duela) en lugar de lo que desea. El poema fusiona la tradición de los Salmos penitenciales con el desengaño barroco.
Clave de lectura:
-
Agustinianismo barroco: Inspirado en las Confesiones de San Agustín (“Dame lo que me conviene, aunque no sea lo que anhelo”).
-
Autobiografía espiritual: Escrito durante el encarcelamiento de Quevedo (1639-1643), refleja su crisis personal y arrepentimiento.
Contexto histórico-literario:
-
España del siglo XVII: Decadencia política + fervor contrarreformista. Quevedo, tras caer en desgracia, busca redención.
-
Género:
-
Salmo literario: Adaptación libre de los salmos bíblicos (ej: Salmo 51: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio”).
-
Poesía moral: Similar a sus Heráclito cristiano.
-
-
Intertextos:
-
Salmo 130 (“De profundis clamavi”): Tono de súplica desde el abismo.
-
Sonetos a Lisi: Contraste entre amor humano/divino.
-
Estructura métrica:
-
Silva de versos heptasílabos y endecasílabos (ABAB CDCD EFEF GG).
-
Ritmo:
-
Hipérbatos abruptos (v. 3: “desnúdame de mí”) → desgarro interior.
-
Encabalgamientos quebrados (vv. 7-8: “muerte fría / envuelta en… Cebo”) → ambigüedad mortal.
-
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Paradojas espirituales:
-
“Desnúdame de mí” (v. 3): Renuncia al yo como condición para la gracia.
-
“Dulce mortal Cebo” (v. 8): Atracción pecaminosa que conduce a la muerte.
-
-
Metáforas corporales:
-
“Nuevo corazón” (v. 1): Regeneración moral (Ezequiel 36:26).
-
“Dudosos pies por ciega noche” (v. 5): Pérdida de rumbo existencial.
-
-
Antítesis teológicas:
-
“Tu hacienda soy” (v. 9) vs. “mi deseo” (v. 14): Dios como dueño vs. hombre como siervo rebelde.
-
-
Hipérbaton sacro:
-
“Que ser podría / que a tu piedad pagase lo que debo” (vv. 3-4): Inversión que enfatiza la deuda impagable con Dios.
-
B. Palabras clave:
-
“Ánima” (v. 2): Alma en su dimensión más vulnerable (vs. “espíritu”).
-
“Cebo” (v. 8): Trampa pecaminosa (referencia a la caída bíblica).
-
“Recato” (v. 14): Dios como guardián del hombre contra sí mismo.
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente bíblico/literario | Transformación en Quevedo | Efecto |
---|---|---|---|
“Nuevo corazón” | Ezequiel 36:26 | De promesa divina a súplica humana | Personalización dramática |
“Desnúdame de mí” | San Juan de la Cruz (Noche oscura) | Despojo místico → angustia barroca | Secularización del éxtasis |
“Dulce mortal Cebo” | Génesis 3:6 (manzana de Eva) | Pecado como engaño sensual | Psicologización del mal |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo sagrado:
-
Densidad doctrinal: Cada verso condensa teología (ej: v. 9: “Tu hacienda soy” = doctrina de la creación).
-
Juegos de posesión: “Tu imagen he sido” (v. 9) vs. “mi deseo” (v. 14) → lucha por la identidad.
B. Símbolos centrales:
-
La noche:
-
Ceguera espiritual (vs. noche oscura mística).
-
-
El Cebo:
-
Atractivo del pecado (dulzura + muerte).
-
-
El desnudamiento:
-
Pérdida de ilusiones (autoconocimiento doloroso).
-
5. Claves filosófico-teológicas
-
Agustinianismo:
-
“Nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti” → Quevedo pide ese reposo forzado.
-
-
Providencialismo:
-
Dios como jardinero podador (Juan 15:2): corta lo dañino aunque duela.
-
-
Antropología barroca:
-
Hombre = contradicción ambulante (desea lo que le destruye).
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Suplicante (vv. 1-4) → Desesperado (vv. 5-8) → Resignado (vv. 9-14).
-
-
Voz poética:
-
Pecador arrepentido (1a persona) → Teólogo (3a persona: “tu hacienda”).
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un hombre arrodillado que se araña el pecho para extraer su corazón, mientras una mano divina le ofrece uno nuevo.
Interpretación:
Quevedo convierte el salmo en cirugía espiritual: Dios debe operar el alma porque el paciente no puede confiar en sus propios diagnósticos. El poema es un grito barroco de dependencia radical.
Conclusión:
Este salmo condensa la esencia del Quevedo tardío: forma clásica (silva) + contenido desgarrado (fe como último refugio). No es oración de consuelo, sino de emergencia existencial.
QUEVEDO Poesía lírica y circunstancial
Hay ocasiones en que la poesía barroca no es más que un mero pretexto para construir planos de una realidad superior para escapar de la realidad concreta. En la poesía lírica y circunstancial de Quevedo destaca un intenso trabajo estilístico, en el que los temas pueden parecer incluso superficiales. La mitología se erige como el campo más abundante de referencias temáticas, cuyos personajes y asuntos pertenecen a esa realidad superior que se busca. En el Barroco, el poeta convierte sus sentimientos internos en planos de belleza artística.
A Apolo siguiendo a Dafne (¿?)
Bermejazo Platero de las cumbres
A cuya luz se espulga la canalla:
La ninfa Dafne, que se afufa y calla,
Si la quieres gozar, paga y no alumbres.
Si quieres ahorrar de pesadumbres,
Ojo del Cielo, trata de compralla:
En confites gastó Marte la malla,
Y la espada en pasteles y en azumbres.
Volvióse en bolsa Júpiter severo,
Levantóse las faldas la doncella
Por recogerle en lluvia de dinero.
Astucia fue de alguna Dueña Estrella,
Que de Estrella sin Dueña no lo infiero:
Febo, pues eres Sol, sírvete de ella.
Diario de lectura A Apolo siguiendo a Dafne
Análisis del soneto “A Apolo siguiendo a Dafne” de Francisco de Quevedo
Texto en construcción…
1. Contexto en el poema
Resumen: Reescritura burlesca del mito ovidiano de Apolo y Dafne (Metamorfosis, I), donde Quevedo convierte la persecución amorosa en una transacción mercantil: Dafne es una prostituta y Apolo, un cliente que debe pagar por sus favores. El poema satiriza tanto la mitología clásica como la corrupción de la sociedad barroca.
Clave de lectura:
-
Parodia mitológica: Desacralización de los dioses (Apolo = sol codicioso; Júpiter = viejo lascivo).
-
Crítica social: Uso del mito para denunciar la mercantilización del amor y la hipocresía religiosa.
Contexto histórico-literario:
-
España del siglo XVII: Crisis económica y moral (inflación, corrupción eclesiástica, prostitución).
-
Género burlesco: Quevedo ridiculiza el neoplatonismo amoroso (ideal vs. realidad grosera).
-
Intertextos:
-
Metamorfosis de Ovidio (Dafne como ninfa casta → aquí, “canalla”).
-
Sonetos burlescos de Góngora (ej: “A una nariz”).
-
Estructura métrica:
-
Soneto clásico (ABBA ABBA CDC DCD) con endecasílabos.
-
Ritmo: Uso de encabalgamientos abruptos (“Bermejazo platero de las cumbres, / a cuya luz se espulga la canalla“) para imitar el tono de arenga callejera.
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Metáforas grotescas:
-
“Bermejazo platero de las cumbres”: Apolo como orfebre sudoroso (burla del sol radiante).
-
“Se espulga la canalla”: Dafne como piojo bajo la luz solar (animalización degradante).
-
-
Hipérbole sexual:
-
“Levantóse las faldas la doncella / por recogerle en lluvia de dinero”: Júpiter convertido en moneda (parodia del mito de Danae).
-
-
Juegos conceptistas:
-
“En confites gastó Marte la malla”: La guerra (Marte) reducida a banquete curialesco (crítica a la nobleza ociosa).
-
-
Ironía sacrílega:
-
“Astucia fue de alguna dueña estrella”: Las estrellas como celestinas (burla de la cosmología clásica).
-
B. Palabras clave:
-
“Paga y no alumbres”: Dinero > divinidad (Apolo debe dejar de ser sol para ser cliente).
-
“Lluvia de dinero”: Parodia de la gracia divina (Júpiter = viejo verde).
-
“Canalla”: Término soez que desmitifica a Dafne.
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente mitológico | Transformación en Quevedo | Efecto |
---|---|---|---|
“Bermejazo platero…” | Apolo como dios sol (Ovidio) | Sol = artesano borracho | Desacralización |
“Levantóse las faldas…” | Mito de Danae (lluvia de oro) | Júpiter = viejo libidinoso | Satira la lujuria clerical |
“En confites gastó Marte…” | Marte como dios guerrero | Guerra = banquete corrupto | Crítica a la nobleza |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo grotesco:
-
Juegos de palabras: “Febo, pues eres sol, sírvete de ella” (sol → “solo” en jerga barroca = moneda de oro).
-
Doble sentido sexual: “Báculo más corvo” (en otros poemas de Quevedo, símbolo fálico).
B. Símbolos centrales:
-
El dinero:
-
Sustituye al rayo de Júpiter y la luz de Apolo (poder divino = poder económico).
-
-
La prostitución:
-
Dafne ya no huye: negocia su cuerpo (crítica al mercantilismo amoroso).
-
-
La comida:
-
Confites, pasteles, azumbres (vino): Los dioses se corrompen con placeres vulgares.
-
5. Claves filosóficas y sociales
-
Materialismo barroco:
-
Denuncia de que todo se vende (amor, honor, divinidad).
-
-
Crítica anticlerical:
-
Júpiter y Apolo como clérigos corruptos (alusión a las órdenes religiosas ricas).
-
-
Influencia de Luciano de Samósata:
-
Diálogos de los dioses (mitología como farsa).
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Cínico (risa amarga ante la degradación humana).
-
Carnavalesco (inversión de jerarquías: dioses = plebeyos).
-
-
Voz poética:
-
Bufón satírico que habla desde la taberna (no el púlpito moral).
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Apolo con bolsa de monedas persiguiendo a Dafne, quien levanta un recibo en lugar de convertirse en laurel.
Interpretación:
Quevedo desmonta el mito para mostrar que, en el Barroco, el amor es prostitución, los dioses son rufianes, y la poesía, un contrato. El soneto es un espejo deformante de la España del XVII: oro sin luz, dioses sin divinidad, y versos que revelan la podredumbre tras el brillo.
Conclusión:
Este poema demuestra que la burla es la herramienta moral más afilada de Quevedo. Donde otros ven mito, él ve mentira; donde otros ven poesía, él escribe denuncia.
QUEVEDO Poesía satírica
Por último, es importante mencionar la poesía satírica, que conforma la mitad de su producción lírica. Quevedo demuestra una honda preocupación por algunos males sociales y problemas de moralidad política. Lejos de querer actuar como un moralista, su fin es descubrir la verdadera realidad de esas situaciones negativas. Estos textos pretenden desmontar las fingidas formas exteriores para demostrar su carencia absoluta de virtud. Un ejemplo paradigmático es el ‘Poema heroico de las necedades de Orlando el enamorado’, que parodia los poemas caballerescos italianos. También destacan los poemas con los que arremete contra sus enemigos (como Góngora), que demuestran su agudeza en la manipulación del lenguaje. Estas composiciones desarrollan una amplia gama de recursos formales (un rico vocabulario, dislocaciones sintácticas y numerosas figuras retóricas), con la finalidad de jugar lingüísticamente con el idioma. Hasta la misma lengua se ve sometida por el poeta a un constante juego.
A una nariz (¿?)
Versión del Parnaso (1648)
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.
Versión manuscrita (BNE)
Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;
Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.
Diario de lectura Poema heroico de las necedades de Orlando el enamorado
Análisis del soneto “A un nariz” de Francisco de Quevedo
¿Amor u odio hacia Góngora?
1. Contexto en el poema
Resumen:
Soneto burlesco que hiperboliza una nariz hasta convertirla en monstruo cósmico, fusionando la tradición de la sátira fisiognómica (crítica a defectos corporales) con el antisemitismo barroco (nariz = símbolo judío).
Clave de lectura:
-
Caricatura menipea: Degradación sistemática mediante cosificación (nariz = objeto) y animalización (nariz = bestia).
-
Conceptismo agresivo: Cada verso es un dardo envenenado de ingenio lingüístico.
Contexto histórico-literario:
-
España del siglo XVII: Obsesión por la limpieza de sangre (nariz grande = sospecha de judaísmo).
-
Género:
-
Epigrama grotesco: Inspirado en Marcial y los Greek Anthology.
-
Figura literaria: Parodia de los retratos petrarquistas (ej: “pirámide de Egito” vs. “cabellos de oro”).
-
-
Intertextos:
-
El Buscón (Quevedo): “Gente de sobradas narices”.
-
Fábula de Píramo y Tisbe (Góngora): Juego con Nasón.
-
Estructura métrica:
-
Soneto clásico (ABBA ABBA CDC DCD) con endecasílabos.
-
Ritmo:
-
Anáfora obsesiva (“Érase…”) → efecto de catálogo delirante.
-
Encabalgamientos brutales (v. 13: “muchísimo nariz, nariz tan fiera”) → acumulación claustrofóbica.
-
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Hipérbole grotesca:
-
“Érase un peje espada muy barbado” (v. 4): Nariz = pez fálico.
-
“Érase un elefante boca arriba” (v. 7): Nariz = cadáver animal.
-
-
Juegos lingüísticos:
-
“Ovidio Nasón más narizado” (v. 8): Latinismo obsceno (Nasón = narigudo + nasus = nariz).
-
“Naricísimo infinito” (v. 12): Superlativo absurdo (gramática como arma).
-
-
Alusiones antisemitas:
-
“Sayón y escriba” (v. 3): Judío (verdugo de Cristo + doctor de la Ley).
-
“Doce tribus de narices” (v. 11): Israel como sinécdoque nasal.
-
B. Palabras clave:
-
“Sayón”: Verdugo + saya (falda larga → forma nasal).
-
“Anás” (v. 14): Sumo sacerdote judío + juego con a-nás (“sin nariz”).
-
“Frisón archinariz” (variante): Caballo holandés + archi- (prefijo de exceso).
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente clásico/burlesco | Transformación quevediana | Efecto |
---|---|---|---|
“Érase un hombre…” (v. 1) | Fórmula de cuento popular | Parodia épica (hombre reducido a nariz) | Desmitificación |
“Reloj de sol mal encarado” (v. 5) | Gnomon (símbolo de sabiduría) | Reloj descompuesto (cuerpo corrupto) | Degradación científica |
“Pirámide de Egito” (v. 10) | Maravilla arquitectónica | Tumba grotesca (nariz = monumento mortuorio) | Sátira de la vanidad |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo degradante:
-
Dilogías: “Alquitara pensativa” (v. 6) = destilador + mocos.
-
Neologismos: “Naricísimo” (v. 12) → gramática al servicio del insulto.
B. Símbolos centrales:
-
La nariz como arma:
-
“Espolón de galera” (v. 9) → violencia naval.
-
-
La nariz como enfermedad:
-
“Sabañón garrafal” (variante) → tumor social.
-
-
La nariz como identidad:
-
“Doce tribus” (v. 11) → rasgo étnico estigmatizado.
-
5. Claves ideológicas
-
Antisemitismo barroco:
-
Nariz grande = marca de judío (tópico en El Buscón).
-
-
Materialismo grotesco:
-
Cuerpo que excreta (vs. alma petrarquista).
-
-
Critica al poder:
-
“Anás” como alusión velada a Olivares (también narigudo).
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Burlesco (1-11) → Grotesco (12-14).
-
-
Voz poética:
-
Anatomista cruel (disecciona la nariz como un médico sádico).
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un retrato de Arcimboldo donde frutas y animales forman una nariz gigante que devora el rostro.
Interpretación:
Quevedo no solo ridiculiza un rasgo físico: desmonta la idea renacentista de armonía corporal. Su soneto es un anti-retrato donde la identidad se reduce a un apéndice monstruoso.
Conclusión:
Este poema condensa la esencia del Barroco conceptista: forma perfecta (soneto) + contenido corrosivo (sátira que mutila el lenguaje y el cuerpo). No es casual que los surrealistas lo admiraran: es poesía mutante.
Anexo: Versiones comparadas del último terceto
Versión del Parnaso (1648) | Versión manuscrita (BNE) | Diferencia clave |
---|---|---|
“Érase un naricísimo infinito” | “Érase un naricísimo infinito” | Igual |
“Muchísimo nariz, nariz tan fiera” | “Frisón archinariz, caratulera” | Animalización + neologismo |
“Que en la cara de Anás fuera delito” | “Sabañón garrafal, morado y frito” | Eliminación de referencia judía |
Poema heroico de las necedades de Orlando el enamorado (¿?)
Canto los disparates, las locuras,
los furores de Orlando enamorado,
cuando el seso y razón le dejó a escuras
el dios enjerto en diablo y en pecado,
y las desventuradas aventuras
de Ferragut, guerrero endemoniado,
los embustes de Angélica y su amante,
niña buscona y doncellita andante.
Hembra por quien pasó tanta borrasca
el rey Grandonio, de testuz arisco,
a quien llamaba Angélica la Chasca
hablando a trochimochi y abarrisco.
También diré las ansias y la basca
de aquel maldito infame basilisco
Galalón de Maganza, par de Judas,
más traidor que las tocas de vïudas.
Diré de aquel cabrón desventurado
que llamaron Medoro los poetas,
que a la hermosa consorte de su lado
siempre la tuvo hirviendo de alcagüetas,
por quien tanto gabacho abigarrado,
vendepeines, rosarios, agujetas,
y amoladores de tijeras, juntos
anduvieron a caza de difuntos.
Vosotras, nueve hermanas de Helicona,
virgos monteses, musas sempiternas,
tejed a mi cabeza una corona
toda de verdes ramos de tabernas;
inspirad tarariras y chaconas;
dejad las liras y tomad linternas;
no me infundáis, que no soy almohadas,
embocadas os quiero, no invocadas (vv. 1-32)
Diario de lectura Poema heroico de las necedades de Orlando el enamorado
Análisis del ‘Poema heroico de las necedades y locuras de Orlando el enamorado’ de Francisco de Quevedo
De epopeya a chiste obsceno
1. Contexto en el poema
Resumen:
Obra maestra de la parodia barroca, donde Quevedo degrada el universo caballeresco del Orlando Furioso (Ariosto) a través de lo grotesco, lo escatológico y lo sexual. El poema es un anti-epopeya que convierte a los héroes en bufones y a los ideales renacentistas en chatarra moral.
Clave de lectura:
-
Carnavalización bajtiniana: Inversión sistemática de lo sublime (caballería → patanería).
-
Conceptismo grotesco: Uso de juegos lingüísticos para destruir mitos (ej: Angélica = “niña buscona”).
Contexto histórico-literario:
-
España del siglo XVII: Crisis de los ideales caballerescos (Quijote ya había ridiculizado el género).
-
Género:
-
Parodia heroico-cómica: Siguiendo modelos como el Virgile travesti (Scarron).
-
Sátira menipea: Mezcla prosa y verso, filosofía y obscenidad (Luciano de Samósata).
-
-
Intertextos:
-
Orlando Furioso (Ariosto): Idealización amorosa vs. lujuria quevedesca.
-
Don Quijote (Cervantes): Crítica social compartida, pero Quevedo es más visceral.
-
Estructura métrica:
-
Octavas reales (ABABABCC) con endecasílabos y heptasílabos.
-
Ritmo:
-
Encabalgamientos brutales (vv. 3-4: “el seso y razón le dejó a escuras / el dios enjerto en diablo”) → caos mental de Orlando.
-
Aliteraciones escatológicas (v. 17: “cabrón desventurado” / v. 26: “virgos monteses”).
-
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Animalización:
-
“Cabrón desventurado” (Medoro, v. 17) → cornudo activo.
-
“Basilisco” (Galalón, v. 14) → traición reptiliana.
-
-
Grotesco corporal:
-
“Hirviendo de alcagüetas” (v. 20): Enfermedades venéreas como aventuras.
-
“Verdes ramos de tabernas” (v. 28): Musas borrachas vs. laureles épicos.
-
-
Intertextualidad profanadora:
-
“Virgos monteses” (Musas, v. 26): Mancebía literaria (monte = burdel).
-
“Doncellita andante” (Angélica, v. 8): Parodia del topos quijotesco.
-
-
Lenguaje soez:
-
“Tarariras y chaconas” (v. 27): Música vulgar vs. liras apolíneas.
-
B. Palabras clave:
-
“Enjerto” (v. 4): Amor como injerto diabólico (parodia del furor petrarquista).
-
“Borrasca” (v. 9): Pasión sexual = tempestad fisiológica.
-
“Almohadas” (v. 31): Rechazo a la inspiración clásica (¡poesía útil para fornicar!).
3. Intertextualidad y tradición literaria
Verso | Referente serio | Transformación paródica | Efecto |
---|---|---|---|
“Canto los disparates” (v. 1) | “Canto l’arme pietose” (Ariosto) | De epopeya a chiste obsceno | Destrucción del género |
“Nueve hermanas de Helicona” (v. 25) | Musas clásicas | Prostitutas inspiradoras | Blasfemia literaria |
“Gabacho abigarrado” (v. 21) | Caballeros francos (épica) | Vendedores ambulantes (sexualidad mercantil) | Crítica social |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo degradante:
-
Juegos de doble sentido: “Tejed… corona” (v. 27) = guirnalda de taberna o sífilis.
-
Hipérbole escatológica: “Ansias y la basca” (v. 13) → vómito moral.
B. Símbolos centrales:
-
El “dios enjerto en diablo” (v. 4):
-
Amor = enfermedad moral (vs. furor neoplatónico).
-
-
“Ramos de tabernas” (v. 28):
-
Poesía ebria (vs. laureles épicos).
-
-
“Caza de difuntos” (v. 24):
-
Caballería = necrofília social.
-
5. Claves filosófico-culturales
-
Anti-petrarquismo:
-
Angélica no es donna angelicata, sino ramera itinerante.
-
-
Materialismo barroco:
-
Cuerpos que sufren (sífilis, hambre) vs. ideales abstractos.
-
-
Influencia de Erasmo:
-
Elogio de la locura → Orlando como bufón divino.
-
6. Tono y voz poética
-
Tono:
-
Bufonesco (1-32) → Grotesco (escenas de enfermedad) → Cínico (final).
-
-
Voz poética:
-
Borracho ilustrado (parodia al poeta épico).
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un Ariosto en una taberna, dibujando obscenidades en pergaminos manchados de vino.
Interpretación:
Quevedo no solo parodia a Ariosto: destruye el mecanismo mismo del idealismo literario. Su poema es un cadáver exquisito de la cultura renacentista.
Conclusión:
Este poema es la vanguardia del Barroco. Donde Cervantes ironizaba, Quevedo aplasta. No es casual que inspirara a Joyce (Finnegans Wake) y a los surrealistas: es literatura explosiva.
Anexo: Degradación de personajes
Personaje | En Ariosto | En Quevedo | Técnica paródica |
---|---|---|---|
Orlando | Héroe trágico | Loco sifilítico | Animalización + enfermedad |
Angélica | Dama angelical | “Niña buscona” | Lenguaje prostibulario |
Medoro | Joven pastor ideal | “Cabrón desventurado” | Metaforización sexual |
‘La vida del Buscón llamado don Pablos‘ (1603)
Otra obra destacada es ‘La vida del Buscón llamado don Pablos’, de Francisco Quevedo, cuya fecha de composición nos es incierta (posiblemente 1603, según Lázaro Carreter). Los críticos han observado una influencia directa del Guzmán y del Lazarillo en este relato. Sin embargo, Quevedo utiliza estos elementos de manera diferente, para enfocarse en el uso ingenioso del lenguaje, el conceptismo y la hipérbole. Para Valbuena, el resultado es una obra brillante pero cruel, donde los personajes quedan cosificados y caricaturizados, y el autor parece indiferente al sufrimiento.
La vida del Buscón llamado don Pablos (1603)
De cómo fui a un pupilaje por criado de don Diego Coronel
Determinó, pues, don Alonso, de poner a su hijo en pupilaje, lo uno por apartarle de su regalo y lo otro, por ahorrar de cuidado. Supo que había en Segovia un licenciado Cabra, que tenía por oficio el criar hijos de caballeros, y envió allá al suyo, y a mí para que le acompañase y sirviese.
Entramos, primer domingo después de Cuaresma, en poder de la hambre viva, porque tal laceria (1) no admite encarecimiento. Él era un clérigo cerbatana, largo solo en el talle, una cabeza pequeña, pelo bermejo (no hay más que decir para quien sabe el refrán), los ojos avecindados en el cogote, que parecía que miraba por cuévanos (2), tan hundidos y oscuros, que era buen sitio el suyo para tiendas de mercaderes; la nariz, entre Roma y Francia, porque se le había comido de unas búas (3) de resfriado, que aun no fueran de vicio porque cuestan dinero; las barbas descoloridas de miedo de la boca vecina, que, de pura hambre, parecía que amenazaba a comérselas; los dientes, le faltaban no sé cuántos, y pienso que por holgazanes y vagabundos se los habían desterrado; el gaznate largo como de avestruz, con una nuez tan salida que parecía que se iba a buscar de comer forzado de la necesidad; los brazos secos, las manos como un manojo de sarmientos cada uno. Mirado de medio abajo, parecía tenedor o compás, con dos piernas largas y flacas. Su andar muy espacioso; si se descomponía algo, le sonaban los huesos como tablillas de San Lázaro (4). La habla ética (5); la barba grande, que nunca se la cortaba por no gastar, y él decía que era tanto el asco que le daba ver la mano del barbero por su cara, que antes se dejaría matar que tal permitiese; cortábale los cabellos un muchacho de nosotros. Traía un bonete los días de sol, ratonado con mil gateras y guarniciones de grasa; era cosa que fue de paño, con los fondos en caspa. La sotana, según decían algunos, era milagrosa (6), porque no se sabía de qué color era. Unos, viéndola tan sin pelo, la tenía por de cuero de rana; otros decían que era ilusión; desde cerca parecía negra, y desde lejos entre azul. Llevábala sin ceñidor; no traía cuello ni puños. Parecía, con los cabellos largos y la sotana mísera y corta, lacayuelo de la muerte. Cada zapato podía ser tumba de un filisteo. Pues su aposento, aun arañas no había en él. Conjuraba los ratones de miedo que no le royesen algunos mendrugos que guardaba. La cama tenía en el suelo, y dormía siempre de un lado por no gastar las sábanas. Al fin, él era archipobre y protomiseria.
(1) pupilaje: internado para jóvenes
(2) laceria: miseria, pobreza.
(3) cuévanos: cesto grande y hondo.
(4) búa: tumor.
(5) tablillas de San Lázaro: tablillas que en la Edad Media hacían sonar los leprosos para avisar de su presencia.
(6) ética: enferma, débil.
(7) sotana milagrosa: recuerdo del milagro de la casulla de san Ildefonso, que era multicolor.
Diario de lectura La vida del Buscón llamado don Pablos
Análisis del fragmento de El Buscón de Quevedo
De la miseria cósmica a la caricatura moral: el licenciado Cabra como arquetipo barroco de la degradación
1. Contexto en la obra
Género y tradición:
-
Novela picaresca subvertida: Aunque sigue el esquema autobiográfico del pícaro (narrador en primera persona, origen vil, servicio a amos), Quevedo radicaliza el grotesco y el conceptismo lingüístico, alejándose del realismo crítico de Lazarillo.
-
Intertextos:
-
Lazarillo de Tormes (el ciego → Cabra como amo cruel).
-
Guzmán de Alfarache (moralización → aquí sustituida por sátira nihilista).
-
Clave de lectura:
-
Degradación sistemática: El retrato de Cabra no es solo físico, sino una metáfora de la España barroca (hambre, corrupción, hipocresía clerical).
-
Conceptismo grotesco: Uso de juegos de palabras, hipérboles y metáforas para convertir al personaje en un monigote moral.
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Estructura y tono:
-
Dos partes claras:
-
Introducción (motivo del pupilaje: “ahorrar de cuidado” → ironía, pues el lugar es peor).
-
Retrato de Cabra (descripción descendente: de la cabeza a los pies, como un cadáver exquisito).
-
-
Tono: Mix de burla cruel y horror vacui (la miseria es tan extrema que deviene cómica).
B. Recursos clave:
-
Animalización y cosificación:
-
“Clérigo cerbatana”: Metáfora que lo reduce a un objeto (tubo vacío).
-
“Manos como sarmientos”: Comparación vegetal → deshumanización.
-
“Gaznate de avestruz”: Animalización + hambre (ave que traga piedras).
-
-
Hipérbole y grotesco corporal:
-
“Ojos […] tiendas de mercaderes”: Exageración + antisemitismo (judíos = avaros).
-
“Dientes desterrados”: Personificación burocrática (leyes contra vagos en Madrid).
-
“Sotana milagrosa”: Parodia de reliquias religiosas (color indeterminado = suciedad).
-
-
Juegos de palabras (conceptismo):
-
“Largo solo en el talle”: Doble sentido (altura ≠ generosidad).
-
“Nariz entre Roma y Francia”:
-
Roma = roma (chata).
-
Francia = sífilis (“mal francés”), pero aquí es gratis (resfriado).
-
-
-
Intertextualidad profana:
-
“Tablillas de San Lázaro”: Leprosos → sonido de huesos = enfermedad moral.
-
“Tumba de un filisteo”: Biblia (Sansón) → zapatos como sepulcros de gigantes.
-
3. Simbolismo y crítica social
A. Cabra como símbolo:
-
Hambre física y espiritual:
-
“Hambre viva”: El pupilaje es un infierno barroco donde no se aprende, solo se sobrevive.
-
“Dormía de un lado”: Avaricia patológica (ni siquiera gasta su propio cuerpo).
-
-
Clericalismo corrupto:
-
Su sotana es ilusoria (como la moral de la Iglesia).
-
“Lacayuelo de la muerte”: Criado de la Parca → Iglesia como agente de muerte social.
-
B. Crítica a la España del XVII:
-
Crisis económica: Cabra es la caricatura del austero que deviene monstruo.
-
Degradación de valores: Contraposición al ideal caballeresco (aquí, nobleza = tacañería).
4. Estilo y originalidad quevediana
A. Uso del lenguaje:
-
Léxico soez + culto: “Bermejos” (refrán popular) + “protomiseria” (neologismo culto).
-
Sintaxis caótica: Acumulación de imágenes sin transiciones → reflejo del caos moral.
B. Diferencias con otros pícaros:
Elemento | Lazarillo (realismo) | El Buscón (grotesco) |
---|---|---|
Descripción | Detalles concretos | Hipérboles surrealistas |
Intención | Crítica social | Destrucción lingüística |
Final | Ascenso pseudo-moral | Fracaso absoluto |
5. Conclusión: El Buscón como anti-épica barroca
Quevedo no retrata la miseria: la explota literariamente hasta convertirla en arte. Cabra no es un personaje, sino un montaje de palabras que encarna:
-
El fracaso de la educación (pupilaje = cárcel).
-
La religión como farsa (clérigo = esqueleto viviente).
-
El Barroco como estética del horror (todo se reduce a huesos, hambre y suciedad).
Frase final:
“El licenciado Cabra no es un hombre: es un espectro gramatical, un sustantivo que devora adjetivos de miseria hasta quedarse sin carne. Quevedo no escribe una novela: disecciona el lenguaje para mostrar que, bajo la piel de las palabras, solo hay huesos y hambre.”
Anexo: Tabla de degradación física-moral
Parte del cuerpo | Descripción | Símbolo |
---|---|---|
Ojos | “Mirar por cuévanos” | Ceguera moral (no ve el sufrimiento) |
Boca | “Amenazaba a comérselas” | Canibalismo económico |
Sotana | “Ilusión” / “Milagrosa” | Religión como fraude |
Zapatos | “Tumba de filisteo” | Muerte social |
‘Los sueños’ (1627)
Otra obra destacada es ‘La vida del Buscón llamado don Pablos’, de Francisco Quevedo, cuya fecha de composición nos es incierta (posiblemente 1603, según Lázaro Carreter). Los críticos han observado una influencia directa del Guzmán y del Lazarillo en este relato. Sin embargo, Quevedo utiliza estos elementos de manera diferente, para enfocarse en el uso ingenioso del lenguaje, el conceptismo y la hipérbole. Para Valbuena, el resultado es una obra brillante pero cruel, donde los personajes quedan cosificados y caricaturizados, y el autor parece indiferente al sufrimiento.
Los sueños (1627)
Y habéis de advertir que la cudicia de los hombres ha hecho instrumento para hurtar todas sus partes, sentidos y potencias que Dios les dio, las unas para vivir y las otras para vivir bien. ¿No hurta la honra de la doncella, con la voluntad, el enamorado? ¿No hurta con el entendimiento el letrado que le da malo y torcido a la ley? ¿No hurta con la memoria el representante que nos lleva el tiempo? ¿No hurta el amor con los ojos, el discreto con la boca, el poderoso con los brazos, pues no medra quien no tiene los suyos; el valiente con las manos, el músico con los dedos, el gitano y cicatero con las uñas, el médico con la muerte, el boticario con la salud, el astrólogo con el cielo? Y al fin, cada uno hurta con una parte o con otra. Sólo el alguacil hurta con todo el cuerpo, pues acecha con los ojos, sigue con los pies, ase con las manos y atestigua con la boca; y al fin, son tales los alguaciles, que de ellos y de nosotros defiende a los hombres la Santa Iglesia Romana.
Diario de lectura Los sueños
Análisis del fragmento de Los sueños (1627) de Quevedo
(Modelo ampliado con enfoque satírico-teológico y socio-político)
1. Contexto en la obra
Resumen:
Diálogo demoníaco que expone la codicia universal como pecado capital que corrompe todos los estratos sociales. El demonio, poseedor de un alguacil, denuncia cómo cada profesión utiliza sus facultades divinas para robar, culminando en la figura del alguacil como ladrón integral.
Clave de lectura:
-
Teatro moral barroco: El demonio actúa como alter ego de Quevedo, usando la sátira para criticar la hipocresía social.
-
Autobiografía política: Escrito durante el destierro de Quevedo (1620-1621), refleja su desengaño con la Corte y la Iglesia.
Contexto histórico-literario:
-
España del siglo XVII: Crisis de valores (corrupción administrativa, inflación, conflictos con la Inquisición).
-
Género:
-
Sátira menipea: Mezcla prosa y verso, filosofía y obscenidad (herencia de Luciano).
-
Diálogo lucianesco: Demonio como narrador irónico (cf. Diálogos de los muertos).
-
-
Intertextos:
-
Biblia (Lc 11:46: “Cargáis a los hombres con cargas insoportables”).
-
El Criticón (Gracián: “Todos viven de rapiña”).
-
Estructura retórica:
-
Enumeración caótica: Acumulación de ejemplos sin transiciones → reflejo del desorden moral.
-
Ritmo:
-
Anáforas (“¿No hurta…?”) → efecto de letanía demoníaca.
-
Hipérbaton final (“Son tales los alguaciles…”) → énfasis en la conclusión.
-
2. Análisis textual y recursos literarios
A. Recursos clave:
-
Antítesis teológica:
-
“Partes para vivir / potencias para vivir bien” (v. 1): Dualismo cuerpo-alma pervertido por la codicia.
-
-
Metonimias del hurto:
-
“El médico con la muerte”: Efecto (muerte) por causa (mala praxis).
-
“El astrólogo con el cielo”: Todo (cielo) por parte (astros).
-
-
Gradación grotesca:
-
De lo espiritual (“honra de la doncella”) a lo físico (“uñas del gitano”) → descenso moral.
-
-
Ironía sacramental:
-
“La Santa Iglesia Romana” (v. final): Protege de alguaciles… pero no de su propia corrupción.
-
B. Palabras clave:
-
“Cudicia” (v. 1): Arcaísmo deliberado (codicia + cuero, piel de ladrón).
-
“Medrar” (v. 2): Verbo polisémico (prosperar / robar).
-
“Endemoniado” (título): Doble sentido (poseído / malvado por naturaleza).
3. Intertextualidad y tradición literaria
Elemento | Referente serio | Transformación quevediana | Efecto |
---|---|---|---|
“Potencias del alma” | Tomás de Aquino (Suma Teológica) | De virtudes a instrumentos de robo | Parodia de la escolástica |
“Alguacil = demonio” | Auto sacramental medieval | Inversión: el demonio acusa al hombre | Satirización de la justicia |
“Cielo hurtado” | Cosmología ptolomeica | Astrólogos como piratas celestiales | Crítica a la superstición |
4. Estilo y simbolismo
A. Conceptismo degenerativo:
-
Juegos de contrarios: “Vivir bien” (ideal) vs. “hurtar” (realidad).
-
Elipsis agresiva: Omisión de “hurta” en ejemplos → el lector completa la inmoralidad.
B. Símbolos centrales:
-
El cuerpo del alguacil:
-
Microcosmos corrupto: Ojos (vigilancia corrupta), boca (falsos testimonios).
-
-
La Iglesia “protectora”:
-
Ironía estructural: Defiende de demonios… pero no de sí misma.
-
-
El cielo hurtado:
-
Orden divino violado → caos barroco.
-
5. Claves filosóficas
-
Agustinianismo pervertido:
-
“Todo hombre es ladrón” (vs. “Todo hombre es pecador”).
-
-
Materialismo barroco:
-
Cuerpos y almas son moneda de cambio.
-
-
Teoría del desengaño:
-
La sociedad es una máscara de rapacidad.
-
6. Tono y voz narrativa
-
Tono:
-
Cínico (demonio como stand-up comedian moral).
-
Apocalíptico (enumeración como juicio final).
-
-
Voz del demonio:
-
Fiscal sarcástico que acusa a la humanidad.
-
7. Imagen central y reflexión final
Imagen dominante:
-
Un alguacil con múltiples brazos (como un pulpo) robando con cada extremidad, mientras la Iglesia le arroja agua bendita… que se convierte en monedas al tocarlo.
Interpretación:
Quevedo no critica el hurto, sino su institucionalización. El demonio, paradójicamente, es el único que dice la verdad.
Conclusión:
Este fragmento es un microcosmos del Barroco: forma diálogo clásico + contenido anárquico. Donde Gracián moraliza, Quevedo lincha. Anticipa a Kafka: “La justicia es una puerta siempre abierta… para que los alguaciles pasen”.
Anexo: Anatomía del hurto
Parte del cuerpo | Profesión | Qué hurta | Virtud corrompida |
---|---|---|---|
Ojos | Enamorado | Honra | Castidad |
Boca | Letrado | Ley | Justicia |
Manos | Alguacil | Cuerpo entero | Honradez |
Uñas | Gitano | Bolsas | Caridad |
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