Superstition – Stevie Wonder
Hola setenteros, os estarías preguntando si es que el espíritu de los 70s había decaído en esta emisora tras no haber emitido la semana pasada, pero os volvíais a equivocar. Estaba descansando para bailar más fuerte, gritar más alto y traeros el hit más irresistible del Funk de los 70s. Soy K-Billy y una semana más os traigo “El Supersonido de los 70s”.
Puede que la hayáis oído mil veces, que conozcáis a Stevie Wonder más que a vuestro padre o puede que no supierais de quién era esta maldita canción pegadiza. Pero seguro que todos coincidimos en una cosa, se te mete en la sangre, en las piernas y se mueve por ti. “Superstition” tiene vida propia.
En 1972, tras una gira teloneando a los Rolling Stones, Stevie Wonder se reunió con su amigo Jeff Beck, el cual no os sonará, para crear nuevo material y juntos se pusieron a trabajar codo con codo. De aquella reunión nació el ritmo de la batería original por parte de Beck y la canción escrita por Wonder. El plan a seguir sería que Jeff Beck grabaría para su próximo disco aquella canción predestinada a convertirse en un hit, hasta que la productora de Stevie, Motown, entró en escena.
Debido a temas contractuales que se nos escapan, el contrato de Stevland Hardaway Judkins, así es su nombre real, al cumplir la mayoría de edad (21 años) cambió sustancialmente y las condiciones empeoraron para el astro negro. Motown pasó a ser dueño de gran parte de sus derechos de autor y no permitían arreglos de última hora por parte de los artistas. Cuando llegó a sus oídos que el joven guitarrista Jeff Beck se disponía a lanzar en diciembre de aquel año 72 su versión de “Superstition” y que aquello iba a ser con total seguridad un número 1, el productor Berry Gordy presionó a Stevie Wonder que grabó la canción en sus estudios de Nueva York.
En esta exhibición de potencial por parte de Steve, que se encargó personalmente de escribir la letra llena de, como podíamos intuir, un catálogo de supersticiones: gatos negros, espejos rotos, números 13, el diablo…pero también sacó de su cosecha el riff de clavinet (clavicordio amplificado electrónicamente) y el sonido del bajo. Las trompetas corren a cargo de Steve Madaio y Laurence Trevor. El resto ya lo
conocemos, número 1 en las listas de Estados Unidos, en la de singles de soul, número 11 en las de Reino Unido, la 74º mejor canción según la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos de la revista Rolling Stone, dos premios Grammy y un ritmo endiablado.
Cuando Jeff Beck se enteró, antes de lanzar su “As en la manga”, del éxito de Stevie con su nuevo single rompió en cólera frustrando sus posibilidades de llegar de nuevo a lo más alto del rock. Su amistad parecía haberse roto, aún cuando Wonder no era responsable de los movimientos que había realizado su productora. “Cuando crees en cosas que no entiendes, sufres”, cantaba sin entender nada el bueno de Steve. Así que tres años más tarde éste regaló a Beck la oportunidad que años atrás quedó en una mera versión de un hit, escribiendo para él “Cause We’ve Ended As Lovers”, y todos contentos.
Como veis amigos “la superstición no es el camino” o no lo fue para Jeff Beck, y lo que supuso la revolución del rythm and blues en los 70s con Talking book podría ser hoy un himno del rock, quién sabe. Lo que si sabemos es que preferimos no tenerle miedo a los gatos negros, ni a los espejos pues reemos en los 70s y aún más en Stevie Wonder que, a pesar de su ceguera, nos guía mejor que nadie el camino. “Superstition aint the way, yeh, yeh!”
Pablo Melgar
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