¿Qué hacer con un solo dólar en mitad de la nada? Mi lengua sabe a arena blanca y mis botas están camufladas. Entro en este antro de mala muerte lleno de paletos, yonquis, putas y moteros. Todos se giran a mirar quién entra y la música se para durante unos segundos. Soy un forastero decidido a gastar su último dólar en una canción de Iggy Pop. Meto las monedas en la gramola y empieza a sonar la música, todo sigue su ritmo natural. “Corre de mi cuenta todo lo que tome el vaquero”, dice desde el otro lado de la barra mi futura proxeneta. La vida es más fácil con una banda sonora.

Pablo Melgar

 Penetration – Iggy and The Stooges