Para mi familia parisina.

“Cuando llegaba la primavera, incluso si era una primavera falsa, la única cuestión era encontrar el lugar donde uno pudiera ser más feliz”

Ernest Hemingway

 

Es un gran momento en mi vida.

Además,

me encanta esta canción,

el porro,

París,

y hablar contigo.

 

Me llevan los demonios

a perderme por París

en mis días cojos

por callejuelas sombrías.

 

Persigo a muertos por las esquinas,

me pierdo en el Quartier latin

y juego a ser un extraño

con una sonrisa.

 

Me llevan los demonios

a conocer el mundo

en mis días rotos

de vergüenza.

 

Hablar de la vida en tres idiomas,

coleccionar nombres en mi agenda,

sentir deseo por la piel morena

¿o tú qué piensas sobre la música de los ochenta?

 

Me llevan los demonios de fiesta

por mis días impares,

cada uno tan diferente

de la noche anterior.

 

Beber vino en el Sena

bajo la piel de un camaleón

que solamente busca

el cobijo de una buena conversación.

 

Me llevan los demonios a casa

en mis días felices

cuando cruzo el anochecer del Sena

y me sueño en sus luces.

 

Fumo blues en la ventana

y el humo se mezcla

con las luces de Turgot,3

que aún están en vela.

 

Me llevan los demonios a cocinar

pasta a la carbonara,

cuando llego borracho a casa

cada madrugada.

 

Al abrir mi cremallera de legañas,

veo botellas de vino por el suelo

y al otro lado del apartamento

escucho italiano en sueños.

 

Es un gran momento en mi vida.

 

Además,

ni lo se,

ni me importa

pero lo quiero todo

con todas mis fuerzas.

 

Escucho los ecos de mis mejores días

en la carretera,

en el bar

o en la gente.

Y me gustan.

 

Pablo Melgar