“Dispuesto a todo, incluso a defraudarte,

alérgico al deporte y al reloj

con un precoz talento para el arte

de la eyaculación” (Joaquín Sabina)

 

Jovenzuelo, en edad de crecer

pelo engominado, principio de Lobezno,

con mente de artista

y un futuro incierto.

 

Entusiasta, inocente y fortachón

bastante más diestro en el arte de soñar

que como hombre de acción,

con tableta de chocolate

y un inexplicable escueto palmarés

de amores en el equipaje.

 

Solicita con fines poco serios

una sonrisa que despierte sus adentros

y unos labios de amapola

que le levanten la…

 

Las cartas a Parra Alta de Cartuja,

si vencen a las dudas

no duden en subir la cuesta

y darme un beso

por la mirilla de mi puerta.

 

Precisamente por debajo de la puerta

irá la mía, a no ser que

sea aburrida o un poco tuerta,

con barba de tres semanas y poca fama de macho,

aunque pocos saben, como le diría…

mi parecido con un tal Nacho.

 

Se aceptan ingenuas sin trasfondo,

locas de desatar los cinturones

y “pesimistas hartas de estar

hartas de decirme que nones”.

 

Igual me da mujer ninfómana

que para un paseo por la Alhambra,

si no ve Gran Hermano

o pertenece a la hueshte de Mariano.

 

Dispuesto a todo, incluso a enamorarte,

con un precoz talento

en hacerlo sin inmutarme,

cada vez que no lo intento.

 

Los whatsapp al móvil del reverso,

ese que empieza por un seis

y acaba con un beso,

¡o con un cero!,

con dos fotografías

una del alma y otra de la sonrisa.

 

Si acabo con el miedo o eres mi francesita,

por debajo de la puerta irá la mía

donde, tímido y despistado,

según mi abuela soy bastante guapo.

 

Anímense niñas del Opus,

absténgase de esperar hasta el matrimonio,

la pasión con cruces

no me pone nada cachondo.

 

Podrán correr libres por la pradera,

ponerse minifalda por las noches

y tener muchos amigotes,

¡a no ser que me toquen mucho los cojones!

 

“A las interesadas aseguro máxima

indiscreción, ninguna prisa,

buena conversación, besos con risas

y noches sin futuro”.

 

Cartas al Paseo de los Tristes

a nombre del poeta

de las boinas grises

al que le gusta la cerveza.

 

Adjunte un par de fotos

del bikini del último verano,

por debajo de la puerta irá la mía

“en pose de poeta parnasiano”

y un parecido poco intelectual

con un tal Nacho Vidal.

 

Pablo Melgar

 

“A vuelta de correo irá la mía,

con traje gris y más chulo que un ocho

porque la tengo, como le diría…

más larga que Pinocho”.

 

 

A vuelta de correo – Joaquín Sabina