para Alfonso, Donato y Kiara
Mi cama de Madre mullida,
en la radio resuena
la espuma recién escanciada,
el Flâneur descansa en mi tripa,
Estampas de París
de canción de cuna.
Viajo en sueños
con la guardia baja
de quien dormita en jauría:
a mis pies, ronca mi hermano,
más allá, mis padres se abrazan
en dialecto italiano;
familia itinerante
como la orilla,
frontera intermitente
con el Nuevo Mundo.
¡Ay marea de Cádiz
cuando tú pestañeas
camino sobre tus aguas
a errar vagabundo!
Contigo se abre
un infinito
de puertas moradas.
Mis huellas de pájaro
para siempre grabadas
en los libros de agua
coral de pelo largo,
cementerio
de criaturas primitivas
que pisaron tu luna.
¡Ay marea de Cádiz,
cuando abres los ojos
me tumbo en la arena
a dormir desnudo!
Contigo se borran
los caminos
de vuelta a casa.
Pablo Melgar Salas
hawaii – Juan RIOS
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