Guiño de Fargo III a la bolera de El Gran Lebowski.

El universo absurdo de los Coen está estirado, deformado y concentrado en la serie de televisión Fargo, escrita por Noah Hawley, Matt Wolpert, Ben Nedivi, Monica Beletsky y dirigida por Noah Hawley, Michael Uppendahl y John Cameron; que toma como punto de partida el mundo secundario planteado por la película homónima de 1996, escrita y dirigida por los hermanos maestros del humor negro. A lo largo de las semanas comentaré algunas de las referencias que la tercera temporada tiene a la propia filmografía de los Coen, que además son productores de la serie, y a otras obras de ficción televisiva que han convertido a esta serie en un homenaje al imaginario del cine millenial.

En este primer post, me gustaría comentar dos escenas que guardan una relación intensa pero que se suceden en dos historias totalmente diferentes. La primera de ellas pertenece a El Gran Lebowski, la obra magna de los Coen, y en la que aparece El Nota (Jeff Bridges) y El Extraño (Sam Elliot), ese personaje que narra la introducción de la película en voz en off y que observa de forma totalmente neutral los increíbles acontecimientos. Es un narrador en primera persona que nos cuenta la historia de la que fue testigo, una historia que merece ser contada, la del Nota. En ella aparece tres veces, la primera en la introducción cuando solamente escuchamos su voz: “En la costa oeste había un tipo del que quiero hablaros. Un tipo llamado Jeff Lebowski.” Su segunda intervención es en la escena que vamos a comentar, en la que tiene una pequeña conversación con El Nota, en su mayor momento de duda, cuando discute con sus amigos y se queda aparentemente solo ante el peligro. Y, por último, al final de la película cuando cierra la narración al dirigirse directamente a los espectadores: “Bueno, amigos, espero que se hayan divertido. Nos vemos en el camino”.

La segunda escena tiene lugar en el episodio 8 de la tercera temporada de la serie de televisión Fargo (2017). En ella aparecen Nikki Swango (Mary Elizabeth Winstead), la fugitiva novia de Ray Stussy (Ewan McGregor) que se desenvuelve como nadie en la retorcida trama de crímenes que tiene lugar en Minnesota y de la que es una de las protagonistas. Los personajes femeninos son los más poderosos en la serie y las mujeres aportan ese grado de astucia que parece faltarle a los hombres. A su lado está Paul Marrane (Ray Wise), el personaje equivalente al Extraño de El Gran Lebowski: aparece también tres veces, como una especie de observador omnipresente que surge cuando más le necesitan los demás personajes. La primera vez se muestra junto a Gloria Burke (Carrie Coon) en un avión rumbo a Los Ángeles, en el momento en que más dudas tiene pues viaja a ciegas para investigar un crimen disparatado que parece no tener demasiada chicha. La segunda aparición de Paul es en un bar, en otra escena en que prácticamente rescata a Gloria de un memo que se quiere acostar con ella. En la tercera y última escena en la que le vemos es precisamente en ésta, cuando Nikki acaba de escapar de la muerte y necesita que alguien le haga creer otra vez en algo. Allí está Paul para darle un motivo por el que seguir luchando.

– Las dos escenas tienen lugar en una bolera vacía, el escenario que parece una especie de refugio en el mundo de los Coen, donde nada malo puede ocurrirte. Tanto el Nota, como Nikki están escapando del peligro, son interpelados continuamente en cualquier rincón imaginable y parece no haber escondite para ellos, salvo en la bolera donde aprovechan para respirar y echar un trago: el Nota un ruso blanco y Nikki un whisky doble. ¿Podría ser la bolera el cielo en su forma más absurda y maravillosa?

– Como vemos en los fotogramas, ambos son planos medios cortos en los que se encuadran dos personajes desde la cabeza hasta la mitad del torso. Este plano nos aísla la conversación que tiene lugar en la barra del bar de la bolera, de lo que sucede a su alrededor. Solo nos importa el diálogo y tanto los personajes como los espectadores se toman un respiro para aclarar las posibles opciones futuras. Esto nos permite disfrutar de la conversación entre ellos que, en un principio parece ser tan absurda como innecesaria (el típico encuentro con un pesado en la barra de un bar) pero que tendrá una enorme relevancia en los propósitos de los protagonistas.

– Nikki es un personaje protagonista, al igual que el Nota, y Paul y El Extraño son una especie de espectador omnisciente que puede parecernos una versión cómica de Dios, pues siempre tiene las palabras exactas que necesitan cada uno de ellos en el momento justo; además, los dos desvarían bastante en una parodia divertidísima del típico ángel de la guarda que emerge de la nada con un proverbio chino.

-Ninguno de los dos esconde que siguen de cerca la historia de sus protagonistas. El Extraño le da a al Nota un viejo dicho que se convierte en la representación máxima de su filosofía de vida despreocupada: “Unas veces cazas al oso y otras te caza a ti”. Y Paul le habla a Nikki sobre una teoría hebrea de la reencarnación. Los dos son los mejores consejos que les podrían dar, pues El Nota aprende a no darle demasiada importancia a todas las cosas que le pasan y Nikki encuentra en el mito hebreo, el sentido máximo de su lucha.

– Además, podríamos establecer una analogía entre el peculiar atuendo de Nikki y del Nota que los define como personajes imposibles de categorizar; en contraposición con los de Paul y el Extraño que encajan con el prototipo de persona que nos quieren presentar. Paul es un hombre de negocios y el Extraño es un cowboy de barra de bar. Los dos hablan desde la experiencia, como los personajes sabios de un mundo absurdo.

– Por último, si observamos la utilería empleada en la representación de ambos fotogramas, podremos reconocer los recipientes con frutos secos que son prácticamente iguales, lo que nos da una pista más del evidente guiño que hace Noah Hawley a la obra maestra de los Coen.

Si has encontrado más similitudes entre ambas escenas, no dudes en comentarlas aquí debajo.Próximamente veremos más referencias explícitas en Fargo III, que la convierten en una de las series de televisión más posmodernas en cuanto a niveles de referencialidad; pues la trama se desarrolla utilizando algunos de los famosos recursos que utilizaron otras obras de calidad de la ficción televisiva moderna y, por supuesto, añadiendo continuos guiños al universo tan absurdo como maravilloso creado por los hermanos Coen en sus películas.

Pablo Melgar Salas

Tumbling tumbleweeds – Sons of the Pioners