Estamos llenos de máscaras, falsas y opacas. Construidas por la inercia o por el miedo, y la mayoría de ellas son para  engañarnos a nosotros mismos sobre quiénes somos realmente. Difícilmente nuestras vidas son como queríamos que fueran en un principio y menos como quisiéramos que fueran ahora mismo. Sucesos inesperados, piedras en el camino y lo que es aún peor, autoengaño. La vida es maravillosa en cada gesto, en cada rincón y en cada atardecer, aunque no miremos al cielo a diario. ¿Podríamos hacer de nuestra existencia un viaje mejor si lo tuviéramos más en cuenta?

Lester Burnhan es interpretado por un Kevin Spacey que se ganó el “Oscar a Mejor Actor” con creces. Él es “sólo una persona normal, sin nada que perder”, así se presenta a sí mismo. A los 42 años se da cuenta de lo vacía que está su vida. Un matrimonio estancado en el que la pasión, la belleza del amor, desapareció hace ya mucho tiempo. La relación con su hija también es un desastre, Lester ha conseguido crear un abismo entre los dos insalvable, privándose de disfrutar de la divinidad de la paternidad. Odia su trabajo, lleva 14 años escribiendo para la misma revista y la rutina devora todo atisbo de superación personal.

A su lado, todos los personajes son caricaturas de sí mismos. Su mujer, una vendedora de pisos ahogada por la importancia del éxito del “sueño americano”. Materialista, neurótica y perfeccionista es incapaz de disfrutar de los verdaderos detalles de la vida, “lo demás son sólo cosas”, le recuerda Lester. Jane, la pequeña de la casa tiene una lucha interna sobre su personalidad, algo habitual a sus dieciséis años. No es como las demás pero aún así se empeña en serlo, entrando en el equipo de animadoras y juntándose con la perfecta y popular Angela. Esta voluptuosa rubia será el objeto del deseo de Lester y también, a pesar de su aparente seguridad en sí misma respaldada por su físico, será objeto de inseguridades mayores que la de cualquiera de los personajes.

“American Beauty” es un fiel retrato de las personas y sus inseguridades y obsesiones. El “sueño americano” como gran objetivo de las familias americanas obcecadas por los bienes materiales, el consumismo y la ambición económica. Las fachadas que construimos sobre nosotros mismos para que nadie vea nuestro frágil interior lleno de incertidumbre secreta. Y esos mismos deseos son el foco de nuestra crítica y los pisotearemos y difamaremos hasta hacerlos picadillo cuando son la única solución contra nuestra desdicha.

 La energía de la existencia son los pequeños detalles que recordamos al vivir. Si pudiéramos guardar en una caja solamente unas pocas cosas que guardar para nuestro camino hacia la eternidad seguramente serían sensaciones que vivimos, miradas que se cruzaron con la nuestra o incluso el tacto de unas manos. No nos llevaríamos el coche ni nuestra ostentosa casa, estoy seguro. Únicamente al mirar de cara a la muerte seríamos verdaderamente honestos con nosotros mismos y por eso estoy seguro de ello. Qué bonita sería la vida si lo primero que hiciéramos al levantarnos cada mañana fuera mirar al cielo y emocionarnos después de auscultar nuestro propio corazón.

Pablo Melgar

 

 American Woman – The Guess Who

 

Título original: American Beauty

 

Año: 1999

 

Duración: 122 min.

 

Director: Sam Mendes

 

Reparto: Kevin Spacey, Annette Bening, Thora Birch, Allison Janney, Peter Gallagher, Mena Suvari, Wes Bentley, Chris Cooper, Scott Bakula, Sam Robards, Barry Del Sherman

 

Género: Drama, Comedia, Sátira

 

Nota: 9 Muy Buena

 

Nota filmaffinity: 7,9

 

Nota IMDb: 8,5